El pasado miércoles se celebró uno de los funerales de la infanta Pilar. Se trataba de una despedida íntima, a la que solo acudieron sus familiares y amigos más cercanos. Entre las amistades que estuvieron en el último adiós de la hermana del rey Juan Carlos estuvo la baronesa Thyssen. El motivo de su asistencia a la misa de despedida de doña Pilar era la gran amistad que les unió durante años. Una amistad a la sombra que pese a no ser muy sonada, ellas supieron conservar bien.
Para conocer el comienzo de la amistad entre la tía de Felipe VI y Carmen Cervera hay que remontarse muchos años atrás. Sus respectivos maridos, Luis Gómez-Acebo y el barón Thyssen, eran muy amigos. Tras varias reuniones de ambas parejas entre ellas se empezó a fraguar una fuerte relación. Tan estrecha llegó a ser la amistad de los cuatro que Luis Gómez-Acebo se convirtió en el padrino de Borja Thyssen, hijo de Tita.
Además el que fuera marido de la infanta Pilar fue uno de los que más luchó para que la colección de arte del barón se pudiera instalar en Madrid. Y cuando lo logró, continuó trabajando para la fundación Thyssen. Como muestra de agradecimiento decidieron nombrar a doña Pilar miembro del patronato del conocido Museo, un nombramiento que llevó hasta su fallecimiento.
Más allá del terreno laboral compartieron muchos momentos en lo personal. Reuniones íntimas y viajes por todo el mundo fueron constantes entre los cuatro. Pese al fallecimiento tanto de Luis Gómez Acebo como del Barón Thyssen, ellas dos mantuvieron su relación. En los últimos años se les pudo ver juntas en varias ocasiones, algunas por motivos laborales y otras por motivos personales. Aunque el día del fallecimiento de la hermana de don Juan Carlos resultó extraño no ver a Tita, el otro día fue una de las asistentes a la misa, donde se mostró muy afectada. Demostró así que pese a los rumores que en los últimos tiempos aseguraban que su relación no era tan buena, para ella era una mujer muy importante.