Dos semanas después de reaparecer junto a la reina Sofía en la boda de su primo y ahijado Philippos de Grecia, la infanta Elena ha recuperado una de sus grandes pasiones: la hípica. Visiblemente tranquila y feliz de volver a las pistas, la hija mayor de los reyes eméritos hace oídos sordos a la polémica que se ha creado entorno a su supuesta implicación ilegal con el fin de recibir parte de la fortuna oculta que don Juan Carlos tendría en el extranjero.
La infanta Elena ha participado este fin de semana en un concurso hípico que ha tenido lugar en Madrid. Mientras su hija Victoria ha decidido seguir los pasos de Olympia de Grecia y apostar por su carrera como influencer, la hermana de Felipe VI ha puesto todo su esfuerzo en el circuito y se ha dejado ver de lo más sonriente sobre el caballo. El resultado no ha estado nada mal y lograba la posición 15 de un total de 52 jinetes, un resultado que deja patente que es una amazona experimentada.
Tras la competición, la infanta Elena se colocó uno de sus característicos sombreros de inspiración ecuestre y se reunió con varios amigos con los que disfrutó de una charla de lo más distendida.
La hípica es una de las grandes pasiones de la infanta Elena, tanto que intentó transmitirle esta afición a sus dos hijos. Victoria siguió los pasos de su progenitora siendo una niña pero lo dejó con la llegada de la adolescencia. Ahora, es habitual que acompañe a su madre a este tipo de competiciones pero disfruta de la jornada desde la grada.