Desde que el Palacio de la Zarzuela ha anunciado que la reina Sofía (85 años) estaba ingresada en la clínica Ruber de Madrid por "una infección del tracto urinario" todos los ojos se han fijado en las personas que se han acercado hasta el hospital para visitar a la emérita. Aunque el propio comunicado de la Casa Real ya aseguraba que la evolución de doña Sofía era "muy rápida y favorable", dos de sus hijos han querido acercarse hasta el centro médico para mostrarle su apoyo.
El rey Felipe VI, sin rastro de la reina Letizia, era el primero en visitar a su progenitora la tarde de este miércoles. Horas más tarde, ha sido el turno de la infanta Elena (60 años). La hija mayor de los reyes eméritos, muy seria y cabizbaja, ha acudido con paso tranquilo y firme hacia el interior de la clínica. Elena, que ha usado un sombrero de ala para tapar su rostro, ha acudido en solitario y no se ha detenido a hablar con los medios de comunicación allí reunidos.
Poco tiempo después, la madre de Froilán y Victoria Federica ha salido del centro con una mascarillas higiénicas a las que tanto nos acostumbramos durante la pandemia de COVID-19 y que aún son necesarias en según que hospitales y zonas médicas. Aunque no sabemos de que han hablado, parece que todo va avanzando progresivamente. De momento, tal como ha confirmado la Casa Real a 'Vanitatis', la reina emérita sigue "en observación".
El rey Felipe VI visita a su madre, la reina Sofía, y da la última hora sobre su estado de salud
A media tarde de este miércoles, el rey Felipe VI ha acudido a la clínica Ruber para ver a su madre, la reina Sofía, tras conocer su ingreso de urgencia el martes por la noche por esa infección. El monarca venía a contrarreloj, ya que esta misma mañana ha realizado varias audiencias con coroneles y cargos del ejércitos.
Aunque durante este acto ha hecho gala de su naturalidad y entereza habituales, sí se han percibido algunas miradas y gestos de preocupación que ahora tendrían todo el sentido. Es muy probable que durante su compromiso laboral, el padre de la princesa Leonor (18 años) ya supiera de la condición de su progenitora y estuviera algo inquieto por ello.
El marido de la reina Letizia (51 años) ha salido de su coche con paso firme y se ha dirigido directamente al interior del centro, sin apenas mirar a los reporteros que esperaban su llegada. Los pasos y gestos del rey han denotado cierta seriedad, aunque ha predominado una gran tranquilidad. Después de 20 minutos, el padre de la infanta Sofía (16 años) ha salido y se ha subido a su vehículo. Al salir del recinto, ha realizado una breve parada para atender a los medios.
Con la ventanilla bajada, Felipe se ha mostrado muy sonriente y ha dado la última hora del estado de salud de la reina Sofía. "Está muy bien, animada y con ganas de que le den el alta", ha comunicado. Unos escasos segundos que han servido para tranquilizar a la prensa sobre el estado de salud de la emérita.