Ha sido una boda de lo más romántica, idílica... e íntima. Felipe de Grecia y Nina Flohr se daban el "sí, quiero" el pasado sábado en la preciosa localidad de St. Mortiz ante la atenta mirada de dos únicos testigos: el rey Constantino, padre del novio, que no ha querido perderse este día tan especial para su hijo a pesar de la pandemia; y Thomas Flohr, padre de la novia, un habitual de las famosas listas de la revista Forbes, en las que se descubren las grandes fortunas del mundo.
Pero la ceremonia no se acababa ahí. Tal y como ha revelado la revista ¡Hola!, minutos más tarde del enlace llegaban a la ciudad suiza algunos invitados más que acudieron junto a los recién casados a celebrar en un almuerzo servido en el hotel Badrutt’s Palace. Poco más de una treintena de invitados disfrutaron de los novios, un grupo de lo más selecto que tuvo presencia española.
La citada publicación ha mostrado varias imágenes en las que puede verse a la infanta Cristina acompañada de su hija Irene en uno de los aviones fletados por la aerolínea de Flohr que aterrizaban el mismo sábado en St. Mortiz.
Junto a ellas, todos los hijos de Constantino y Ana María de Grecia: el príncipe Pablo y su esposa, la princesa Marie Chantal, con sus cinco hijos; la princesa Alexia y su marido, el español Carlos Morales; el príncipe Nicolás y su esposa, la princesa Tatiana: así como la princesa Theodora, pareja del abogado estadounidense Matthew Kumar.
Gracias a la cercanía de su lugar de residencia, la hija y la nieta de a reina Sofía pudieron desplazarse hasta la celebración sin demasiadas complicaciones, pero han sido los únicos familiares del rey Felipe que han acudido al enlace.