En su año más difícil, la infanta Cristina recupera poco a poco la sonrisa. Cristina, que reside en Ginebra, lleva desde principios de julio en España y ha repartido sus vacaciones para estar con sus seres más queridos en su primer verano separada de Iñaki Urdangarin. Mientras Iñaki vive feliz su relación con Ainhoa Armentia –que destapó en exclusiva Lecturas–, la infanta y su exmarido se han puesto de acuerdo para no coincidir en el mismo espacio y tiempo estas vacaciones.
Cristina no se olvida de la que fue su suegra, Claire Liebaert y estuvo con ella unos días en Bidart, en el País Vasco francés, donde la madre de Iñaki tiene una casa. También ha estado en Mallorca, con su madre la reina emérita Sofía, su hermana la infanta Elena, y sus hijos, pero se marchó antes de la llegada de los reyes Felipe y Letizia y sus sobrinas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Ahora, la infanta Cristina se relaja en casa de unos amigos en Sotogrande. Cristina se aloja en casa de sus amigos Silvia Villar-Mir y Javier López-Madrid, según informa Vanitatis. Los hijos de Cristina e Iñaki también se han repartido estas vacaciones. Pablo y Miguel estuvieron con Urdangarin en Ibiza y Formentera, y junto a Irene, han pasado también unos días en Bidart con su abuela Claire.
Para Cristina, este año 2022 será siempre el año de su ruptura matrimonial, un golpe que jamás pensó que llegaría después de haber permanecido siempre al lado de su marido durante el caso Nóos y todas sus consecuencias: el proceso judicial y la condena de cárcel de Iñaki Urdangarin. La aparición de Ainhoa Armentia provocó que el matrimonio saltara por los aires y se viera abocado al divorcio. Como pudo saber Lecturas en exclusiva, Cristina no está dispuesta a perdonar al que fue su marido una infidelidad que la expuso ante todo el mundo.