Siempre pendiente de su madre, la reina Sofía, la infanta Cristina ha brillado con su mejor look de invitada en la boda de Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinogianni. Una vez más, la infanta Cristina vuelve a demostrar que lo suyo son las bodas. Sus elecciones estilísticas siempre son acertadas y, celebración tras celebración, la hija mediana de Juan Carlos y Sofía se revalida como la invitada mejor vestida.
En esta ocasión, para la boda de su primo Nicolás de Grecia la madre de cuatro hijos ha escogido uno de los colores clave de la próxima temporada y que amarán las invitadas más elegantes. Con una falda plisada en marrón topo que ya le hemos visto en otras ocasiones, la infanta llegaba a la ceremonia acompañada de su madre y de su tía Irene de Grecia. Para la ocasión ha vuelto a rescatar las sandalias de tiras marrones con las que ha combinado anteriormente la falda.
GTRES
Debido a las temperaturas en pleno mes de febrero, la infanta Cristina se mostraba protegida con un chal durante el pequeño paseo desde el vehículo hasta la basílica. Sonriente y luciendo nuevo corte de pelo, la hermana del rey vive un auténtico resurgir. Vuelve Cristina a ocupar las primeras páginas de la actualidad.
El resurgir de la infanta Cristina
Hace años era su hermana Elena la que siempre acaparaba los ‘oes’ y los ‘dieces’. La exmujer de Jaime de Marichalar vivió su era más ‘fashionista’ mientras estuvo casada con el padre de sus hijos, que siempre se reveló como un apasionado por la moda y el lujo. Juntos crearon un tándem de lo más chic, en el que la infanta sobresalía con creaciones de Christian Delacroix o Lorenzo Caprile.
GTRES
Y, precisamente, al lado de este último, Cristina ha cosechado también sus mayores ‘hits’ relacionados con el estilo. La extrabajadora de la Fundación La Caixa y el modista (a él le gusta que le llamen así) son, además de grandes colaboradores, excelentes amigos. El diseñador es capaz de capturar la esencia relajada de Cristina y auparla hasta alcanzar el epítome del buen gusto con looks que no solo la favorecen, sino que, además, revelan su verdadera identidad. Sin esconderla bajo un disfraz artificial, con el que ella se sentiría tremendamente incómoda. Precisamente por esto, la hermana de Felipe siempre confía en su aguja y en su ojo experto.
GTRES
El éxito cosechado en la boda de Nicolás y de Chrysi Vardinogianni se asemeja al que Cristina de Borbón logró en algunas de las últimas celebraciones a las que estuvo invitada. 2024 fue, sin duda alguna, el gran año de las bodas para la infanta, que acudió, entre otras, a la del alcalde de Madrid con Teresa Urquijo, de quien es prima; la de Victoria López-Quesada, también familiar, y Enrique Moreno de la Cova o la de Teodora de Grecia, su prima hermana. A los tres matrimonios acudió fiel a su estilo minimalista y sin estridencias.
El look que escogió para la fiesta de Martínez Almeida fue uno de los más aplaudidos con un elegantísimo conjunto en color chocolate, que confirmó que una invitada con pantalones puede ser una opción ganadora; mientras que, para las bodas de sus otras dos primas decidió apostar, un poco más, a lo tradicional. En la de la hija de Cristina de Borbón Dos-Sicilias se ‘hizo un Rania’ combinando una falda con una camisa blanca de corte clásico.
GTRES
Para el ‘sí, quiero’ de Teodora y Matthew Kumar, Cristina se vistió de estrella de cine con un modelo drapeado y de inspiración helénica en color azul mar. Un pequeño guiño a la patria de su madre y a la bandera griega.
La invitada más arrebatadora
Cuatro meses más tarde, Cristina ha regresado a Atenas para ver casarse a otro de sus primos, los hijos de Constantino y Ana María de Dinamarca. Cambio de estación y de temperaturas, pero la misma elegancia y acierto con este modelo. La infanta tira de uno de sus looks más aplaudidos de los últimos tiempos. Desde que se divorciase de Iñaki Urdangarin, Cristina vuelve a sonreír. Su realidad es otra, su familia vuelve a abrirle los brazos y hasta se ha visto con su hermano en público.
Para esta boda, la infanta Cristina ha acudido sin la compañía de ninguno de sus hijos, por lo que ha podido volcar toda su atención en su madre y en su tía. La cuñada de Letizia posee un vínculo muy especial con Irene de Grecia, a la que siempre se ha mostrado muy unida. Ahora que el mal del olvido envuelve a esta, la experta en banca es extra comprensiva y cariñosa con ella. Las fotos que nos deja este nuevo encuentro, da buena cuenta de ello.
Tras su divorcio, Cristina ha aprovechado para acercarse a los suyos y volver a estar, más presente que nunca, en las celebraciones de estos. El gesto de acudir a todas las bodas cumple una doble función: por un lado, se muestra dispuesta a pasarlo bien y a disfrutar, y por otro se reivindica como miembro de pleno derecho de la familia real.