Han logrado lo imposible. Los reyes Federico y Mary de Dinamarca han sido, por primera vez, los anfitriones del tradicional banquete de Año Nuevo que se celebra cada Navidad en Copenhague. El año pasado el encargo recayó todavía en la reina Margarita. La soberana había anunciado su abdicación en favor de su hijo en el discurso de Navidad pero esta no se había hecho efectiva todavía. Era su última cena de gala a la espera de ver cómo se desarrollaba el reinado de su hijo.
Federico ha puesto todo su empeño en estas Navidades, sus primeras como rey. El momento era el adecuado. La popularidad del monarca no termina de despegar y las polémicas siguen rodeándole. Federico ha dado un golpe sobre la mesa aprovechando la ocasión. No solo ha puesto en valor su trabajo y el de su mujer, la reina Mary, durante su primer discurso de Navidad sino que ha logrado lo que poco esperaban solo unos días después.
El rey ha congregado a toda su familia en el banquete de Año Nuevo. Su mujer, sí, su madre, la reina Margarita, pero también su hermano Joaquín y su cuñada Marie. La tensión entre los hermanos es tal que el príncipe ha optado en numerosas ocasiones por dejar plantado al rey. Instalado fuera de Dinamarca, el hijo menor de la reina Margarita considera que su hermano no ha estado a la altura. No obstante, en esta ocasión, ha decidido enterrar el hacha de guerra.
Un banquete de Año Nuevo marcado por un debut
Ha sido esta una noche especial. No solo por ser la primera de los reyes Federico y Mary como anfitriones, sino también por la presencia de su hijo Christian. El príncipe ejerce ya como heredero al trono y ha debutado como miembro asistente a la cena de gala. Con sus correspondientes condecoraciones y algo de nerviosismo, el heredero se va acostumbrando a ser el centro de la noticia. Christian ha pasado unos meses fuera de Dinamarca ejerciendo tareas de voluntariado.
El papel del príncipe no es sencillo. Digno heredero de su padre, Christian se ha visto envuelto ya en varios escándalos relacionados con su afición a las fiestas y a vivir la noche. Imágenes del hijo de los reyes en discotecas y en muy buena compañía han puesto en alerta a los daneses. ¿Se repite la historia de Federico? Por el momento, los reyes optaban por enviar a su hijo lejos de Dinamarca.
Su regreso ha sido una sorpresa. Igual que la presencia de su tío Joaquín. El hermano del rey Federico aparecía junto a su mujer, la princesa Marie, para celebrar la cena de gala de Año Nuevo con todos los suyos. Federico y Mary, una vez más y con la excusa del protocolo, lograban evitar el posado en familia a la entrada al Palacio de Amalienborg, en la capital danesa.
Joaquín y Marie, de nuevo en Dinamarca
No es un secreto que la relación de lo reyes Federico y Mary con sus cuñados, los príncipes Joaquín y Marie, es tensa y lejana. El hijo menor de la reina Margarita y su mujer, de hecho, residen fuera de Dinamarca. La pareja se instaló en París junto a la familia de la princesa por una decisión que, tal y como han dejado entrever en varias ocasiones, no fue enteramente libre. Tampoco lo fue que Joaquín fuese apartado del foco mediático para centrarlo en la figura del futuro rey. Algo que marcó la relación entre hermanos.
El hijo menor de la reina Margarita se ha pronunciado acerca de la tensión que vive con su hermano. Ofendido por cómo se le ha tratado, tanto a él como a su familia, ha renunciado en varias ocasiones oficiales a acompañar a su hermano. En su lugar, era Marie en solitario quien acudía a las cenas y celebraciones organizadas por la Casa Real. Hasta ahora. Joaquín sí ha asistido al primer banquete de Año Nuevo bajo el mandato del rey Federico X.
Tampoco Marie guarda una buena relación, de hecho, con los reyes. Es habitual que, a pesar de coincidir en actos públicos, tanto Federico como Mary eviten posar ante las cámaras con su cuñada. La tensión que existe, sobre todo con la reina Mary, es notoria. ¿Será este inicio de año el principio de un cambio en el seno de la Corona danesa?