Toda la atención se ha concentrado esta mañana en el bufete de abogados donde comparten trabajo Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia.Las fotos que publicaba este miércoles Lecturas han destapado su relación mientras la infanta Cristina sigue haciendo su vida en Ginebra (Suiza). El bombazo informativo ha dado la vuelta al mundo, ha hecho correr ríos de tinta y trabajar a marchas forzadas a las redacciones de los diarios e informativos por revelar la identidad de la mujer que paseaba de la mano del exduque de Palma por una playa cercana a Bidart. Un día después de la salida de la portada y de que saliera el nombre de la abogada de 43 años, ambos han acudido a su lugar de trabajo en un gesto de dar normalidad a la situación. Después de que hayan decidido pedir comida a domicilio para evitar enfrentarse a la prensa, Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia han evitado por todos los medios la imagen más esperada y han salido por separado del despacho tras finalizar su jornada laboral.
Poco antes de las 17:30 horas, Iñaki Urdangarin se hacía paso entre la nube de periodistas que esperaban verle con Ainhoa Armentia. Pero la imagen finalmente no se ha producido. Rápidamente y sin ofrecer más declaraciones, el exduque de Palma ha ido a coger su bicicleta para regresar a casa de su madre, donde tiene fijada su residencia en Vitoria. Dentro del bufete, se blindaba Ainhoa Armentia que retrasaba su salida.
Después de los escándalos que le han salpicado en los últimos años, Iñaki Urdangarin se ha desenvuelto con destreza ante la nube de cámaras que le esperaban a la entrada del despacho donde trabaja en Vitoria. El marido de la infanta Cristina llegaba sereno en bicicleta y respondía con la misma serenidad a las preguntas de los reporteros. "Estas cosas pasan y vamos a gestionarlo de la mejor manera", declaraba en la misma línea que lo hacía su hijo Pablo solo un día antes.
La actitud de Ainhoa Armentia era diametralmente distinta. Su vida ha dado un giro de 180 grados en cuestión de horas y, si bien no ha habido un gesto fuera de lo normal o sobredimensionado por su parte, su mirada transmitía lo abrumada que está con toda la situación y la fuerte presión mediática que está aguantando sobre sus hombros de manera tan repentina.
Este miércoles, veían la luz en las páginas de Lecturas unas impactantes fotos donde Iñaki Urdangarin pasea de la mano de otra mujer que no era la infanta Cristina. Sin esconderse, la pareja disfruta de un paseo por una playa cercana a Bidart, donde la familia del exduque de Palma tiene su residencia, en una clara actitud romántica y profesándose gestos de cariño. Una exclusiva que ha provocado un auténtico terremoto en el seno familiar de sus respectivas familias.