Parece que después de este año en prisión, Iñaki Urdangarin estaba cayendo en el olvido para sus familiares, pero nada más lejos de la realidad. Según ha podido confirmar Vanitatis, el exjugador de balonmano ha recibido unas visitas muy especiales en estos últimos días que le han hecho levantar el ánimo.
La cita en cuestión fue el pasado 26 de agosto. Aprovechando su estancia en Madrid con motivo de la operación de corazón de don Juan Carlos, la infanta Cristina acompañada por sus hijos Miguel e Irene, se personaban en la prisión dispuestos a dar una sorpresa a Iñaki. Los tres mantuvieron un vis a vis familiar que duró aproximadamente 1.30 horas.
Eso sí, doña Cristina ha conseguido que no exista ni una sola imagen suya ni de sus cuatros hijos en sus continuas visitas a la cárcel de Brieva. Tras cumplir con el tiempo de visita, madre e hijos regresaron a Madrid, concretamente al palacio de la Zarzuela, donde han difrutado de una semana de vacaciones.
Ha sorprendido que fuera justo el lunes 26 de agosto cuando Cristina decidiese trasladarse hasta Ávila para ver a su marido y es que cabe recordar que fue ese mismo día cuando apareció por el hospital Quirón de Madrid para ver a su padre en compañía de tres de sus cuatro hijos.
Pero la visita de Cristina, Miguel e Irene no ha sido la única que ha recibido Iñaki Urdangarín. Dos días más tarde, era su primogénito, Juan, quien en solitario viajó hasta Brieva para ver a su padre. Sin duda, una visita que ilusionó mucho al ex duque, que ya no esperaba más visitas esa semana. Eso sí, en esta ocasión se trató de una visita normal de 45 minutos de duración.