Hace unos días parecía que llegaban buenas noticias para la familia de la infanta Cristina. Pocas horas después de que su marido retomara sus labores en el Hogar Don Orione, se conocía que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 1 de Castilla y León había estimado el recurso en el que Iñaki Urdangarin solicitaba su clasificación como preso de tercer grado frente a un acuerdo de Instituciones Penitenciarias que pedía que permaneciera en segundo grado.
A pesar de que la resolución no sería ejecutiva hasta que no sea firme, todo apuntaba a que el cuñado del rey Felipe disfrutaría próximamente de un régimen de semilibertad. Pero finalmente parece que no va a ser así. Según asegura ‘El Confidencial’ la Fiscalía de Valladolid se ha opuesto a esta petición y ha recurrido. Una de las razones sería que la Junta de Tratamiento Penitenciario de la cárcel de Brieva se sumó a este cambio con “ajustada mayoría", algo que para la Fiscalía no es suficiente.
Además, desde el escrito al que el citado medio asegura haber accedido, hacen hincapié en que el marido de la infanta Cristina todavía no ha cumplido la mitad de su condena. Por eso consideran que de momento se tendrá que conformar con los permisos de los que viene disfrutando desde hace un tiempo y en los que aprovecha para estar junto a su mujer, sus hijos y otros familiares.
En el calendario penitenciario de Iñaki siempre ha estado mayo de 2021 como fecha prevista para el régimen de semilibertad. Pese a esto, él no deja de intentar conseguir antes este ansiado cambio y son ya varias las ocasiones en las que ha intentado obtener el tercer grado. En el último auto judicial se recogían los factores positivos señalados por la prisión y el pago de la responsabilidad civil de Urdangarin antes de su ingreso penitenciario, así como la dureza del régimen de cumplimiento que se le ha impuesto en absoluto aislamiento por razones de seguridad y no como trato de favor para satisfacer su voluntad. Pero por ahora estos argumentos no han sido suficientes para lograr el objetivo.