Que Meghan Markle echa de menos su lugar de origen es un hecho. Hasta que comenzó su relación con el príncipe Harry, la duquesa de Sussex vivía en Los Ángeles, su lugar de nacimiento. Allí ha vivido desde pequeña, ha compartido casa con su ex marido, ha vivido sola… Hasta que cuando se hizo oficial su relación con su ahora marido se mudó a Londres.
Hace unos días Meghan Markle puso a la venta la casa que compartía en Los Ángeles con su ex marido. Se trata de una lujosa mansión de 260m2 cuyo precio asciende a 1,6 millones de euros. El haber puesto esta vivienda a la venta y el estar lejos de familiares y amigos, ha provocado que a la duquesa de Sussex le entre la nostalgia. Por eso ha tomado la decisión de buscar una nueva vivienda en California.
La zona elegida para buscar un hogar es Malibú. Un lugar cercano a Los Ángeles en el que los duques de Sussex y su pequeño Archie encontrarían la tranquilidad que buscan. Edmund Fry, propietario de una cafetería de Los Ángeles y amigo de la ex actriz, ha asegurado que Meghan tiene intención de volver al lugar en el que se siente cómoda.
Uno de los motivos por los que Meghan quiere mudarse al otro lado del charco es que su madre vive allí, y así puede estar más cerca de ella. Otro es que Meghan Markle se siente presionada con la prensa inglesa y con el hecho de pertenecer a la familia real británica. En Malibú, al estar más alejada de Buckingham Palace, encontraría la calma que busca.
De nuevo la intención de comprarse una casa en Malibú ha hecho que los duques de Sussex reciban numerosas críticas. Algunos ciudadanos piensan que el hecho de que el nieto de Isabel II y su mujer se muden a un lugar tan lejano se traduce en una falta de compromiso.
A esto hay que añadir que una de las últimas polémicas que rodeó a la pareja fue el elevado gasto que hicieron para la reforma de Frogmore Cottage, su residencia oficial. Una reforma para la que utilizaron dinero público y que si se van, para muchos no tiene sentido.