La muerte del duque de Edimburgo en la mañana de este viernes, 9 de abril, ha dejado a toda la familia sumida en una profunda tristeza. Felipe de Edimburgo moría en el castillo de Windsor a los 99 años tras no superar sus últimos problemas de salud. Inevitablemente, esta pérdida nos obliga a echar la vista al otro lado del Atlántico. Si bien los duques de Cambridge ya han compartido sus condolencias públicamente a través de un comunicado en redes sociales, por el momento no hay ni rastro de Harry y Meghan.
Este triste desenlace llega en un momento en el que la relación de Harry con su padre y su hermano es prácticamente inexistente. Su polémica entrevista con Ophra Winfrey puso a la Casa Real contra las cuerdas de ahí que todavía sea una incógnita si los duques de Sussex se trasladarán hasta Reino Unido en los próximos días para dar el último adiós al duque de Edimburgo.
La prensa británica ya habla del viaje del príncipe Harry hasta Londres para reunirse con su familia en estos momentos tan delicados. Sin embargo, de Meghan no habría ni rastro y es que a la actriz, embarazada de seis meses de su segundo hijo, no le habrían recomendado hacer un vuelo tan largo para, además, protagonizar un evento cargado de emociones y presión mediática como será el funeral que se realizará en honor al marido de Isabel II en los próximos días.
Un funeral que no será de Estado por expreso deseo del duque de Edimburgo. Así, no asistirán ni jefes de Estado ni personalidades mundiales, sino que estarán familiares y amigos personales del duque de Edimburgo, entre los que se encontrará el príncipe Harry.
Lo que es una realidad es que la presencia de los Sussex en Londres trasladaría de manera inevitable el protagonismo hacia ellos, una situación que querrían evitar a toda costa.