En toda boda que se celebra siempre hay compromisos a los que invitar. Hay veces que los novios tienen que enviar la invitación a personas con las que no les apetece compartir este día tan especial. Esto también pasa entre los miembros de la realeza. Los últimos, Beatriz de York y Edoardo Mapelli. La pareja, aunque todavía no tiene fecha de boda, ya empieza a elaborar su lista de invitados. Y entre ellos hay un matrimonio al que tienen que invitar por compromiso y no por ganas.
Se trata, ni más ni menos, de la pareja formada por los duques de Sussex. A la hija de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés no le apetece nada que su primo Harry y su mujer Meghan Markle acudan a su boda. Beatriz y Eugenia de York siempre habían presumido de su buena relación con sus primos Guillermo y Harry de Inglaterra. Pero desde hace unos meses la cosa ha cambiado en cuanto al hijo pequeño del príncipe Carlos. Y el motivo, una vez más, es Meghan Markle.
Hubo algo que molestó mucho a las hermanas cuando Eugenia contrajo matrimonio hace ahora un año. El día de la boda Meghan Markle acaparó todas las miradas.El anuncio de su embarazo coincidió con el día del enlace de Eugenia, algo que quitó mucho protagonismo a una jornada tan especial para la hija pequeña del duque de York. Desde entonces el trato que tienen es el justo y necesario.
Ya ha habido un gesto que evidencia que Beatriz de York no tiene miramientos en cuanto a su primo y su mujer se refiere. La joven anunció su compromiso en pleno de viaje de los duques de Sussex por Sudáfrica, días en los que Meghan se convirtió en la protagonista de los medios de comunicación a nivel internacional. De esta forma la futura esposa de Edoardo Mapelli le restó algo de relevancia a Markle.
Pese a estas desavenencias aunque a unos no les apetezca invitarles a su boda y aunque otros no tengan ganas de asistir, no les quedará más remedio que verse las caras en ese día. Teniendo en cuenta que pertenecen a la familia real, que deben seguir a rajatabla el protocolo y que de lo contrario su abuela Isabel II se llevaría un gran disgusto, no tienen elección.