Harry y Meghan: La imagen más sorprendente de los duques de Sussex en su reaparición

Harry y Meghan por fin han salido de su casa de Los Ángeles para atender sus primeros compromisos tras el confinamiento. Hasta el momento los duques de Sussex estaban trabajando mediante videoconferencia, en especial con diferentes asociaciones benéficas. Y ahora, por primera vez desde que se mudaron a la ciudad favorita de Meghan, han acudido a una de las sedes de estas organizaciones para participar en una actividad en la que han reaparecido con su imagen más sorprendente. El matrimonio ha sido fotografiado por primera vez con mascarillas, y no solo eso. Teniendo en cuenta la actividad que iban a llevar a cabo, el nieto de Isabel II y su mujer también han lucido delantal, guantes y gorro para cumplir a rajatabla las medidas de higiene.

Los duques de Sussex han acudido a la sede de Homeboy Industries, una asociación que ayuda a jóvenes que han tenido problemas con las drogas o que han formado parte de bandas callejeras. No han dudado en meterse con ellos en las cocinas y ponerse ni más ni menos que a hornear pan. De esta forma han conseguido dar visibilidad a esta iniciativa y a la asociación. Porque si algo tienen claro Harry y Meghan es que van a dedicar gran parte de su tiempo a este tipo de causas. Aunque hayan tenido que retrasar el poner en marcha su fundación hasta el año que viene, piensan seguir apostando por acciones como esta. Eso sí, la imagen que han dado hoy ha sido tachada por muchos de contradictoria porque hoy mismo se ha conocido su próximo gran proyecto.

La pareja ha firmado un contrato con una agencia estadounidense que está especializada en discursos. Es decir, uno de los trabajos de Harry y Meghan desde ahora va a ser hacer ponencias en diferentes eventos. Van a formar parte de la misma agencia que otros famosos como los Obama o como Oprah Winfrey. Y lo más sorprendente es la cantidad económica que se podrán embolsar por cada conferencia que den. El hijo del príncipe Carlos y la exactriz podrían ingresar en su cuenta más de un millón de euros por discurso. Una clara muestra de que el hecho de salir de la familia real británica no va a perjudicar a su economía.