Aunque en la actualidad su relación no pasa por su mejor momento, hace justo hoy diez años, cuando Kate Middleton y el príncipe Guillermo decidieron dar el gran paso y casarse en la abadía de Westminster, contaban con un gran apoyo dentro de la casa real británica: el príncipe Harry. Los hijos del príncipe Carlos formaban entonces el tándem perfecto al que se sumó la duquesa de Cambridge. Compartían equipo, aparecían juntos en actos, protagonizaban risas y confesiones… los miembros de la familia real no podían estar más unidos. Sin embargo, diez años después de este momento todo ha cambiado.
Lo cierto es que hace diez años, Harry y Guillermo no podían estar más unidos. Prueba de ello es que el duque de Sussex fue el primero en enterarse de que su hermano se quería casar con Kate Middleton, ya que le contó sus planes e incluso le confesó cómo le iba a pedir matrimonio. Un momento en el que el hijo menor del príncipe Carlos no dudó en bromear. “Sugirió, que además de la botella de champán en caso de que ella dijera que sí, también tenía que tener a mano una botella de brandy en caso de que dijera que no”, ha confesado la experta en la familia real británica Ingrid Seward.
El príncipe Harry también tuvo un papel fundamental en el sí, quiero de su hermano. Además de todos los momentos en la Abadía de Westminster, Harry también protagonizó imágenes para el recuerdo en privado. Es más, el duque de Sussex emocionó tanto al príncipe Guillermo como Kate Middleton, a quien se le saltaron unas lágrimas, durante el discurso que dio en el enlace.
Kate Middleton junto a los príncipes Guillermo y Harry en un acto público
A pesar del enlace, Kate, Guillermo y Harry continuaron trabajando juntos hasta que, con la llegada de Meghan Markle, la situación comenzó a cambiar. En un primer momento, el duque de Cambridge aconsejó a su hermano que no se tomara las cosas tan rápido, según el libro Finding Freedom.
Posteriormente llegarían la decisión de separar por completo sus agendas, tanto en funciones como en personal. Reino Unido se quedaba entonces sin los cuatro fantásticos, como los habían apodado, y Meghan y Harry terminaban mudándose fuera de Kensington. La relación continuó enfriándose hasta el punto de que el duque de Sussex confirmó su distanciamiento en público: “Es cierto que ahora vamos por caminos distintos. Pero siempre estaré ahí para él y sé que él siempre estará para mí, él siempre estará allí para mí. No nos vemos tanto como solíamos porque estamos muy ocupados, pero le quiero mucho”.
Una situación que el Megxit, su salida hacia Estados Unidos y su entrevista con Oprah Winfrey ha terminado por dinamitar. Todo a pesar de que durante mucho tiempo los duques de Cambridge y Harry formaron el tándem perfecto.