La jefatura de la casa real de Italia está siendo cuestionada. Tras el fallecimiento de su titular, Víctor Manuel de Saboya, el pasado 3 de enero, el puesto de depositario de los derechos dinásticos al inexistente trono de Italia, tiene enfrentados a su hijo, el príncipe Manuel Filiberto (51 años) y a su hija, la princesa Victoria (20 años).
Manuel Filiberto abdicó en su hija
En realidad, y si se siguieran los deseos de su heredero legítimo, Manuel Filiberto, ese lugar correspondería directamente a su hija Victoria, nieta del fallecido Víctor Manuel y bisnieta del último rey de Italia, Umberto II.
Manuel Filiberto decidió, en junio del año pasado, abdicar de sus derechos en favor de su hija Victoria, lo que significaba una renuncia a sus derechos dinásticos. "Voy a hacerme a un lado y a dejar a una mujer situarse en el foco. Estoy seguro de que lo hará mejor que yo", declaró a un periódico italiano. Esta postura fue entendida como una modernización de la monarquía en un continente, Europa, en el que buena parte de las monarquías del futuro estarán regidas por mujeres, salvo Noruega, Dinamarca, Inglaterra y Mónaco.
"Encuentro esta decisión muy justa y moderna. En Europa, habrá más reinas que reyes en el futuro. Todo el mundo se da cuenta, aunque quizá un poco tarde, de que la inteligencia y la sensibilidad de las mujeres con responsabilidades pueden ser maravillosas", añadió Manuel Filiberto.
Donde dije digo...
Han pasado siete meses desde aquella decisión y parece que Manuel Filiberto se lo ha pensado mejor y ha preferido desdecirse. Según una entrevista concedida a otro rotativo italiano, el hijo de Víctor Manuel asegura que no se le interpretó bien y que él es el heredero legítimo de su padre.
"Se me ha malinterpretado. Victoria está estudiando y tiene que aprender poco a poco, estando a mi lado como yo estuve con mi padre. Soy de la opinión de que se debe dar espacio a los jóvenes cuando alcanzan la madurez adecuada. Así que cuando llegue el momento, cuando yo esté demasiado viejo y cansado para continuar, le dejaré el sitio a ella", ha declarado.
Hace dos años, cuando Victoria cumplió su mayoría de edad, su abuelo, Víctor Manuel de Saboya derogó la Ley Sálica, según la cual no pueden reinar las mujeres. Manuel Filiberto, que es padre de dos hijas, Victoria y Luisa (17 años), estuvo totalmente de acuerdo con la decisión tomada por su padre.
"Consideró que en tiempos más modernos era necesario adaptar la ley de acuerdo con el Tratado de Lisboa de 2009, que impone a los países de la Unión Europea la igualdad de género y, por tanto, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Viendo lo que ocurre en otras casas reinantes, era acertadogarantizar la sucesión a la hija mayor de nuestra familia", declaró Manuel Filiberto.
La princesa infuencer, enfadada
Con más de 100.000 seguidores en Instagram, Victoria de Saboya, princesa de Carignano, estaba muy satisfecha con la abdicación de su padre en ella, por lo que este paso atrás en su decisión no le ha sentado nada bien.
Victoria sabe que nunca será reina, pero en su faceta de influencer, el título de princesa le proporciona un gran caché. Es una apasionada de la moda y su presencia en los 'front row' de los desfiles de los grandes diseñadores es indiscutible. Nueva York, París, Londres, Milán... Nació en Ginebra, como su padre, pero reside en París, no en vano es hija de Clotilde Coureau, exactriz francesa.
Firmaron el fin de la monarquía en Italia
El último rey de Italia, Umberto II, tuvo que exiliarse en 1946, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando en Italia se aprobó en referéndum la república. La constitución del nuevo régimen político prohibió a la familia real de Italia pisar suelo italiano, de modo que los Saboya se exiliaron en Suiza. Esa prohibición quedó derogada en 2002, aunque se les hizo firmar a Victor Manuel y a sus herederos una disposición en la que aceptaban el fin de la monarquía, así como su fidelidad a la república italiana.
Así, ni Manuel Filiberto ni la princesa Victoria pueden aspirar a un trono que no existe. Eso sí, para los nostálgicos de la monarquía en Italia, ellos son los auténticos sucesores de Umberto II. En cuanto a los miembros de otras monarquías europeas, pudo verse en el reciente funeral de Víctor Manuel de Saboya, celebrado en la iglesia de San Huberto en el Palacio Real de Venaria, en Turín (Italia), que no era persona muy grata entre otras casas reales. Como representación española solo acudió la reina emérita Sofía.
Victor Manuel, un príncipe muy polémico
Se vio envuelto en numerosas polémicas. En una de ellas se le relacionó con la muerte a tiros de un joven de Noruega que habría intentado robar una embarcación familiar. Un episodio muy oscuro al que se sumaron otros, como acusaciones de corrupción y de tráfico de armas.
Atacó muy duramente a Juan Carlos I y eso que eran primos. "Era muy poco educado con mi mujer y conmigo cuando teníamos desencuentros. Y no sé por qué, porque fuimos muy amables y él lo sabía. Yo estaba allí. Estábamos en el exilio y solíamos dispararles a tarros y botellas en la playa de Cascais", declaró.
También habló del desolador incidente en el que resultó muerto Alfonsito, hermano de Juan Carlos. "Juanito la armó gorda. Le disparó a su hermano y lo mató. Se llamaba Alfonsito. No le disparó directamente, sino a través de un armario. Yo estaba allí. Fue un accidente al cien por cien, ¿eh? Escondí mi arma inmediatamente. Si no, me habrían vuelto a culpar. Después de eso lo llamó Franco y dijo: lo convertiré en rey".