El gran privilegio del que disfruta la infanta Sofía y que más anhela la princesa Leonor

La infanta Sofía ya ha vuelto a Gales, donde disfruta de un gran privilegio que su hermana, la princesa Leonor, anhela pero no puede tener

Jara Bravo
Jara Bravo

Redactora digital de Lecturas

Princesa Leonor e infanta Sofía
GTRES

Después de varios meses, los Premios Princesa de Asturias nos permitieron volver a ver a la familia real al completo junta. Los reyes Felipe VI (56 años) y Letizia (51 años) y sus hijas, la princesa Leonor (18 años) y la infanta Sofía (17 años), presidieron los diversos actos agendados para estos galardones, como el concierto que da comienzo a estos premios o la visita a Sotres, en Cabrales, la localidad que ha recibido el homenaje de Pueblo Ejemplar. Sin embargo, como si de un hechizo de cuento de hadas se tratara, esta imagen de padres e hijas reunidos se ha terminado.

¿La razón? Todos ellos deben volver a sus obligaciones. Los monarcas tienen una agenda muy apretada, la princesa debe seguir con su formación militar en la Escuela Naval de Marín y la infanta Sofía ha regresado a Gales para continuar con el bachillerato internacional en el UWC Atlantic College. Precisamente, la infanta disfruta de un gran privilegio vinculado a su vida en el internado galés. Una ventaja que su hermana anhela pero que jamás podrá tener. 

Leonor y Sofía
Casa Real

Todo tiene que ver con las obligaciones y roles que ambas ocupan. La futura reina se encuentra, por segundo año consecutivo, desarrollando su formación militar. Si el año pasado la veíamos con el uniforme del ejército de tierra, este año escolar la veremos embarcarse en el buque insignia de la Armada española, Juan Sebastián Elcano, en el que estará durante varios meses. Para ello se está preparando en el mencionado centro gallego. Un aprendizaje que supone todo un reto y desafío para la princesa.

Además, en este sentido, ella no ha podido elegir a qué se quería dedicar, ya que este camino es una de las condiciones para ser la general de los tres cuerpos que forman las Fuerzas Armadas. A esto se suma que Leonor es muy consciente del cuál es su papel presente y futuro, lo cual conlleva una gran presión. Por ejemplo, la joven fue consciente de que todos los ojos analizaban cada gesto, palabra y estilismo durante los citados Premios Princesa de Asturias.

De hecho, fue uno de esos gestos los que provocaron una de las primeras crisis de la vida institucional de la princesa Leonor por un gesto tenso con su abuela, la reina Sofía (85 años). Y aún hubo más, como la opinión de la prensa internacional o la valoración de un experto en comunicación que señaló todos sus errores durante su discurso durante la entrega de premios. Y, por último, la joven ha vivido su cumpleaños más agridulce debido a sus planes mucho más comedidos y la tragedia que ha empañado su aniversario.

La ventaja de la infanta Sofía en Gales que anhela la princesa Leonor

Mientras que la princesa Leonor tiene todos estos frentes abiertos, la infanta Sofía vive una situación totalmente distinta. La hija pequeña de los reyes se encuentra en el UWC Atlantic College, en Gales, estudiando el bachillerato internacional. Esta distancia geográfica ha provocado que la nieta del rey Juan Carlos pueda mantenerse al margen de las responsabilidades, la atención mediática y las polémicas familiares. 

Infanta Sofía
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Sofía puede disfrutar de la vida, más o menos, de una chica adolescente normal y corriente. Puede acudir a fiestas y volcarse con la vida socialdel internado galés aprovechando su 'anonimato'. Por ejemplo, realizó un taller de manualidades artísticas, a la vuelta de verano, liderado por el programa de Arte del internado, o la recolección y siembra de un huerto que el colegio dispone. 

También ha tenido hueco para fiestas nocturnas, como Sosh. Los alumnos se reúnen en zonas concretas del Sant Donat's Castle y disfrutan de fiestas con música, elementos de diversión y espectáculos de luces para despedirse de sus días libres antes del inicio de las clases. Y mientras disfruta de esta vida social, Sofía tiene todo un año para decidir a qué se quiere dedicar.  Esto último era uno de los retos de este año, en el que podrá enfocar su trayectoria profesional hacia uno u otro ámbito.

En definitiva, un papel más secundario que, aunque puede afectarle en algunas ocasiones, supone todo un privilegio. Uno que la princesa Leonor no podrá disfrutar nunca por ser la futura reina. Una vida que no nos extrañaría que la heredera al trono anhelara para sí misma, a pesar de estar cumpliendo a la perfección su rol.