Hacía tiempo que no veíamos a la princesa Mette Marit de Noruega con una agenda tan intensa. Desde que recibió el diagnóstico de la enfermedad que padece, la mujer de Haakon de Noruega optaba por reducir su presencia pública y limitar sus actos. “No es fácil vivir con esta enfermedad”, se sinceraba ante los ciudadanos. Y es que la salud de la princesa preocupa. Lo hace siempre y más cuando es el rey Harald quien comienza a ausentarse también con constantes ingresos hospitalarios. El monarca noruego hacía saltar las alarmas cuando debía ser hospitalizado de urgencia en un reciente viaje a Maldivas. ¿Qué ocurre en la Familia Real de Noruega?
Con un pasado complicado y una situación personal que provocaba grandes recelos entre la alta sociedad del país, Mette Marit lograba hacerse un hueco en la Corona noruega. La relación con el príncipe Haakon disparaba la mayor crisis vivida en palacio y hacía peligrar la continuidad del hijo mayor de los reyes como heredero al trono. El tiempo y el empeño tanto del príncipe como de su actual mujer lograban lo imposible: Mette Marit es el miembro más seguido y conocido de la Familia Real noruega. Como prueba, el reciente viaje de Estado de los reyes Federico y Mary de Dinamarca. Los ojos del mundo volvían a estar puestos en Oslo.
La enfermedad de Mette Marit de Noruega
Fue ea finales de 2018 cuando se conoció el diagnóstico de la princesa Mette Marit. Fibrosis pulmonar crónica. Una afección que imposibilitaba a la princesa para seguir el ritmo habitual de cualquier heredero al trono. Comenzaban entonces una serie de ausencias en actos públicos que preocupaban a los ciudadanos. “Se trata de las cosas más absurdas. Me da mucha vergüenza cuando respiro mucho, por ejemplo, en el micrófono y demás, y luego me estreso mucho”, terminaba explicando Mette Marit.
El príncipe Haakon asumía en solitario la representación y los ciudadanos comenzaban a temer por la salud e la princesa. Una situación que se ha ido agravando con el tiempo y que ha hecho que muchos se planteen la pregunta más incómoda: ¿qué pasará cuando Harald de Noruega deje de ser rey? ¿Cómo gestionará la hoy princesa su delicada salud con la exigencia de ostentar el título de reina de Noruega? La reina Sonia de Noruega, preguntaba por la salud de su nuera, explicaba que se mostraba cauta.
“Es una enfermedad pulmonar que es progresiva, lo que hace que no esté mejorando, aunque tampoco sabemos el pronóstico o la eficacia de los medicamentos”. Por el momento, parece que Mette Marit se encuentra en una situación más tranquilizadora. Al menos, su constante presencia en el viaje de Estado de Mary de Dinamarca y el rey Federico a Oslo ha hecho que la princesa recupere no solo la agenda sino también la sonrisa. Los momentos más distendidos y felices desde que le diagnosticaron la enfermedad crónica que padece.
Doble preocupación en la Casa Real noruega
Hasta ahora, era el estado de la princesa Mette Marit lo que inquietaba dentro de los muros de palacio. La situación personal de la mujer del heredero al trono preocupaba a nivel personal pero también institucional. No es la primera princesa europea que se ve obligada a ausentarse en los actos públicos, con los rumores que ello conlleva. Todo era así hasta el ingreso del rey Harald. El monarca noruego, de 87 años, tomaba recientemente la decisión de frenar su agenda. Un gesto que volvía a poner las miradas en su hijo mayor.
Desde que Harald tuviese que ser ingresado de urgencia en un viaje privado a Malasia, la salud del rey se encuentra en un estado delicado. A su regreso a Oslo, en un avión medicalizado, el rey permanecía dos meses de baja en los que su hijo Haakon ejercía de regente. “Lo haré lo mejor que pueda. Me tomo esto muy en serio. Quiero manejar bien el papel cuando llegue ese día”, explicaba a la televisión noruega preguntado sobre la salud de su padre y su papel como jefe de Estado. ¿Ha llegado el momento en el que Haakon de Noruega sea proclamado rey?
La decisión de Margarita de Dinamarca, en mejor estado que el rey Harald, y el ascenso al trono de Federico y Mary de Dinamarca, ha empujado a las restantes monarquías europeas a plantearse su realidad y mover ficha. Es el caso de los reyes de Suecia, sin ir más lejos, y, por supuesto, de los de Noruega. El éxito de la reina Letizia a nivel internacional o de la reina Mary abren un nuevo escenario y el camino hacia una modernización que las Casas reinantes no deberían dejar perder. Falta saber si Harald seguirá el ejemplo de Margarita.