Los gestos que demuestran la gran preocupación de la princesa Leonor y su hermana Sofía por Irene de Grecia y Tatiana Radziwill

Tras su vuelta a España después de unos días en los Juegos Olímpicos de París, Leonor (18 años) y Sofía (17 años) han hecho su primera aparición en Marivent, donde pasarán las próximas semanas descansando. La Infanta y la Princesa de Asturias han sido fotografiadas mientras llegaban al restaurante en el que han cenado junto a sus padres, su abuela Sofía, Irene de Grecia y Tatiana Radziwill y su marido, el cardiólogo Jean Henri Fruchaud. Todos ellos han acudido a Mía, un local que ya conocían de otras ocasiones. 

En ese momento ambas hermanas empujaban las sillas de ruedas de Irene y Tatiana. Un momento muy tierno que decía muchas cosas. Y es que los gestos a veces hablan más que las propias palabras. Si no que se lo digan a Leonor y Sofía, que sin duda con esto han demostrado la gran preocupación que tienen por estas dos mujeres tan importantes para la familia. Son su tía abuela y la prima de la emérita, pero también han sido sus amigas, sus pilares fundamentales, motivo por el que sus nietas saben lo que significan para la emérita. 

Leonor y Sofía, recién llegadas de apoyar a la delegación española de los Juegos Olímpicos de París, han mostrado una vez más lo mucho que les importa su familia y la buena relación que tienen con todos ellos. A pesar de haber estado fuera unos días y muy comprometidas con la agenda real durante estos meses, las dos han hecho una espectacular reaparición en Mallorca en la que no han dejado de estar pendientes en todo momento del bienestar de ambas mujeres. 

Las dos hermanas han guiado hasta el restaurante mientras sonreían a cámara y charlaban con sus padres. Pero lo más importante es que no se han separado ni un segundo de la hermana y la prima de su abuela. Un gesto de cariño y comprensión con el que muestran su educación y su madurez. 

Leonor y Sofía, muy pendientes en el camino al restaurante de Mallorca. 

Sobre el estado de salud de Tatiana se sabe muy poco, aunque parece ser más un problema de movilidad, motivo por el que necesita que le ayuden con la silla de ruedas. Sin embargo, Irene cada vez sufre un mayor deterioro por su delicado estado de salud. Fiel escudera de Sofía, a la que acompaña allá donde va, la hermana de la emérita cada vez tiene un empeoramiento más visible.

Irene lleva meses necesitando silla de ruedas para moverse, pero su problema más allá de la movilidad. Siempre con la mirada perdida, la hermana pequeña de Sofía, tal y como publicó Lecturas hace meses en exclusiva, sufre la llamada enfermedad del 'mal del olvido'. Una afección que padece desde hace años y que tienen más de millón de españoles que provoca un progresivo debilitamiento en las capacidades de las personas. Sin cura para este grave problema, la cuñada de Juan Carlos poco a poco pierde sus funciones motoras (la cognición, la memoria, la motivación, el estado de ánimo, la regulación del sueño) y además va perdiendo los recuerdos. Y por si fuera poco, los rostros de sus seres queridos también se vuelven más difusos y desconocidos. 

Todo esto ha hecho que Leonor y Sofía estén muy pendientes, cada vez que coinciden con ella, de Irene. Tienen en cuenta su estado y conocen a la perfección lo importante que es que esté bien para que su abuela pueda despreocuparse un poco más, ya que es ella la que la cuida en todo momento.