La reina emérita ha disfrutado este fin de semana de un plan improvisado. Doña Sofía ha acompañado a su hija Cristina en el último partido de Pablo Urdangarin, desde la grada hemos visto a la reina Sofía totalmente derretida viendo jugar a su nieto en Guadalajara, el orgullo no cabía en ella. Un bonito gesto que le fue devuelto por el joven deportista en cuanto tuvo ocasión. A la salida del partido pudimos ver a Pablo muy atento de su abuela, pendiente de ella y con una actitud muy cómplice frente a las cámaras.
Pablo Urdangarin corrió al lado de su abuela nada más terminar el partido y a la salida del polideportivo le agarraba el brazo mientras le miraba y sonreía sin parar. Por su parte, doña Sofía le correspondía totalmente feliz por estar junto a su nieto, al que adora y con el que tiene una conexión muy especial. El hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin es uno de los miembros más cariñosos de la familia del rey Felipe VI. Siempre con una sonrisa en el rostro, el jugador de balonmano es muy cercano y familiar.
Estos gestos de Pablo Urdangarin hacia la reina Sofía tienen mucho más significado que el del amor de un nieto hacia su abuela, además llegan en días complicados para la emérita. Doña Sofía intenta mantenerse entera ante todo lo que está contando Bárbara Rey sobre su relación con el rey emérito don Juan Carlos. Muchos detalles dolorosos para la mujer que ha acompañado al monarca durante tantos años que ponen la guinda a meses de informaciones duras como las imágenes y los audios de la exvedette y don Juan Carlos que han visto la luz. Los hijos y los ocho nietos de la reina Sofía se han volcado en ella, y especialmente entregado y cariñoso hemos visto a Pablo.
Pablo Urdangarin, muy cómplice con la reina Sofía.
La reina Sofía ha sufrido mucho por ver durante años a sus hijos separados y también a sus ocho nietos, que durante años además han vivido en otros países. Ahora, pasa todo el tiempo que puede con ellos y estos, por su parte, le cuidan y protegen. No obstante, no todos los nietos de la reina Sofía son tan cariñosos y entregados. Los hijos de la infanta Cristina por ejemplo sienten devoción por sus abuelas, tanto la materna como la paterna, Claire Liebaert, a la que ven cuando visitan Vitoria.
Especialmente pendiente ha estado doña Sofía de los cuatro hijos de su hija Cristina, que han tenido que vivir una situación bastante complicada dolorosa tras la imputación de sus padres en el Caso Nóos y la entrada en prisión de su padre Iñaki Urdangarin. La separación de sus progenitores y las fotos de Iñaki junto a Ainhoa Armentia de la mano cuando aún estaba casado con la infanta Cristina, todo un escándalo, hicieron mucho daño a Juan, Miguel, Pablo e Irene Urdangarin. Su abuela se ha volcado en amor y protección hacia ellos en todo lo que ha podido conocedora del sufrimiento que han podido experimentar por esta complicada situación familiar desde que eran solo unos niños.
Pablo Urdangarin, la infanta Cristina y la reina Sofía.
Ahora, es la reina emérita la que no atraviesa su mejor momento tras la pérdida de su hermano Constantino, el estado de salud de su hermana Irene y la polémica que le ha salpicado por las relaciones extramatrimoniales del rey emérito, que ahora están en boca de todos. Su familia ha querido devolverle el gesto con su apoyo y cariño tanto en el ámbito familiar como de forma pública.
La relación de la reina Sofía con la princesa Leonor
El de Pablo Urdangarin no es el único gesto de cariño que la reina Sofía ha recibido por parte de uno de sus nietos. Es habitual ver a la princesa Leonor estar pendiente de su abuela paterna en sus apariciones públicas, sobre todo las más distendidas, por ejemplo durante los veranos en Palma de Mallorca.
La reina Sofía siente devoción por su hijo Felipe y también por las hijas de este, a las que ha visto crecer de forma más cercana. La reina Sofía ha luchado mucho por mantener a la familia unida. En un análisis que la psicóloga Lara Ferreiro realizó para Lecturas.com explicábamos por qué la reina emérita es una "madre y abuela cohesión".
"Ha tenido que sacrificar toda su vida personal aguantando todo por esa generosidad. Se tragará el orgullo pero además es profesional, es empática, lo tiene todo, ha conseguido estar con sus hijos de forma incondicional, está ahí pase lo que pase. Ella es la unión, es una matriarca, ha conseguido ser siempre comunicadora con sus hijos, nietos, hermanos… Ha conseguido poco a poco que esa unión a pesar de todo no se rompa y ahora hay ese trabajo de reencuentro", nos decía.
A esto añadía: "Su figura materna y de esposa es clave para ella, se esfuerza por mantener la armonía, es la mediadora de todos y tiene valores de familia que se han creado en un ambiente de responsabilidades, a la Reina le dolió mucho y se le desgarró el alma al ver el distaciamiento de los hermanos por su papel protector para todos". Un amor que ahora le devuelven todos sus nietos, que ya son casi todos adultos.