Los reyes Felipe VI (56 años) y Letizia (52 años) han comenzado la semana de una forma un tanto complicada. Los monarcas se desplazaban ayer hasta Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados para acudir a la misa funeral organizada por el Arzobispo monseñor Enrique Benavent en memoria de las más de 200 víctimas mortales por la catastrófica DANA que arrasó Valencia hace un mes y medio.
Los padres de la princesa Leonor (18 años) llegaban al templo sobre las 19.00h rodeados de una gran expectación. No es para menos, ya que sus anteriores visitas a la Comunitat Valenciana han sido muy contrapuestas. En una les lanzaron proyectiles de barro en Paiporta, en otra fueron vitoreados y recibidos con alegría por los vecinos de Chiva y Utiel. En esta ocasión, los ciudadanos reunidos en las inmediaciones de la basílica aplaudieron a los reyes y lanzaron gritos de '¡Viva el rey!', aunque es cierto que se mantuvo cierta tensión.
Una vez dentro, Felipe y Letizia se situaron en sus asientos de honor y mantuvieron una expresión impertérrita durante toda la ceremonia. Al terminar, el matrimonio se paró a saludar a 400 de los familiares que acudieron al acto. Conversaciones de ánimo, abrazos profundos y una gran empatía con las que los reyes intentaron arropar lo mejor posible a estas personas. Incluso pudimos ver gestos de dolor por parte de Letizia, demostrando su total implicación con esta catástrofe.
El momento incómodo de la reina Letizia durante la misa funeral en Valencia
No obstante, fue en ese momento cuando Letizia vivió un momento un tanto incómodo con uno de los familiares. En un vídeo difundido por varios medios de comunicación como 'El Periódico de Aragón', se observa como la monarca charla en un corrillo con algunos de los asistentes. Es entonces cuando uno de ellos le pone la mano en la cintura y empieza a acariciarla de arriba a abajo.
La madre de la infanta Sofía (17 años), de forma muy sutil, intenta retirar la mano del hombre en un gesto de apoyo. Sin embargo, él se zafa de su agarre, le toca brevemente la mano y después vuelve a colocarla en la cintura de la reina. Letizia vuelve a intentarlo y le toca la mano, deteniendo el movimiento. Una situación que no fue del gusto de Doña Letizia, a juzgar por su expresión, pero que toreó con elegancia y sin llamar la atención del resto de asistentes.
La seria salida de los reyes Felipe y Letizia tras la ceremonia
Después de verles llenos de barro apoyando a los damnificados por la catástrofe, todos esperaban que este lunes, Felipe y Letizia se acercaran a los vecinos reunidos en el exterior de la basílica para charlar con ellos. Pero eso no ocurrió. Con firmeza, ambos salieron a paso rápido del templo en dirección al coche oficial que les esperaba al finalizar la escalinata.
Antes de entrar en el vehículo, ambos han mirado brevemente a la multitud y han saludado con la mano. Igual que a la llegada era Felipe quien se paraba unos segundos de más y lanzaba una señal de perdón. Justo después entraba en el coche y abandonaban el recinto. Esta sobria despedida fue toda una sorpresa porque, desde el primer momento, los reyes siempre han intentado mantenerse cerca de los ciudadanos.
No se sabe el motivo oficial de esta rapidez en abandonar el recinto. Una de las posibilidades es una cuestión de protocolo, tal como analizó Marina Pina en 'Tarde AR'. "Zarzuela había avisado que los reyes llegarían 5 minutos antes para saludar. Pero han llegado antes de lo esperado y han entrado directamente. Después repetirán el método de otros funerales como los del COVID-19", explicó Pina.
De hecho, era esta experta la que reflexionaba con que no le extrañaría que tuvieran gestos de cariño y consuelo dentro de la basílica, pero que "el tiempo de fuera" no era probable porque "se saltarían el protocolo". Otra opción para esta salida tan seria es que el equipo de seguridad de Zarzuela querían evitar que aumentara la tensión y se pusiera en riesgo el bienestar de los reyes.
Felipe y Letizia ponen rumbo a Italia para su último viaje de Estado de 2024
Menos de 24h después de este evento tan triste y doloroso, los reyes Felipe y Letizia ponían rumbo a Italia en el que será su último viaje de Estado en 2024. Desde el día 10 al 12 se quedarán en el país vecino con el objetivo de "estrechar los lazos que existen entre ambos países". Para este viaje, la reina ha optado por un pantalón palazzo y unos botines de tacón, oculto tras una gruesa gabardina negra de gran extensión.
Los reyes desembarcaran en Roma, capital de la República Italiana, donde esa misma tarde llevaran a cabo varios actos. Por ejemplo, presidirán un encuentro en la Real Academia de España en la ciudad con la Asociación de Hispanistas italianos con motivo de su 50 aniversario. Después, acudirán a la tradicional recepción a la colectividad española en la residencia del embajador en Roma, Miguel Ángel Palacios.
Un día más tarde, el miércoles, los reyes asistirán a la cena de gala en su honor que tendrá lugar en el Quirinal, donde podremos ver a la reina lucirse en todo su esplendor. El jueves, su último día, se centrará en Felipe, que recibirá el nombramiento como Doctor Honoris Causa en la Universidad Federico II de Nápoles. Un último viaje con el que unirse con otras naciones.