El príncipe George ha sido un espectador de lujo en el encuentro de rugby Inglaterra-Gales correspondiente al Torneo de las Seis Naciones, una de las competiciones más destacadas en aquel país. Acompañado por sus padres, los príncipes Guillermo y Kate, George siguió muy atento las evoluciones del partido. Sabemos que el hijo mayor de Kate es muy aficionado al fútbol, pero seguro que a partir de ahora lo será también del rugby porque lo vimos muy sonriente y entusiasmado desde el palco del Twickenham Stadium, situado al sur de Londres.
Kate Middleton ha relevado al príncipe Harry como patrona real de la Rugby Football League y la Rugby Football Union y en alguna ocasión se ha mostrado en público practicando este deporte.
No sabemos si George habrá tomado partido por una u otra selección, aunque es muy posible que sus padres le hayan explicado que, en público, debe mostrar cierta imparcialidad, pues aunque él haya nacido en Inglaterra, en un futuro será príncipe de Gales. Y los británicos son muy escrupulosos con estos temas.
En fútbol, George es un gran seguidor de la selección inglesa y, en lo que se refiere a los clubs, sabemos que ha heredado la pasión que su padre, el príncipe Guillermo –presidente, por cierto, de la Football Association, el equivalente a la Federación Nacional de Fútbol–, siente por el Aston Villa, el equipo de la ciudad de Birmingham. Además, George juega todos los sábados a fútbol con el equipo de su colegio y alguna vez su padre ha estado animándolo desde las gradas.
También Kate Middleton es una avezada deportista. Sabemos que ha jugado a fútbol, al rugby, a tenis, ha hecho barranquismo, y no le duelen prendas a la hora de coger un stick y dar unos pases en hockey sobre hierba. Precisamente Kate fue quien estuvo a lo largo de todo el partido de rugby dándole a su hijo las pertinentes explicaciones de cómo funciona este rudo deporte cuyo lema es: "El rugby es un deporte de gamberros jugado por caballeros, mientras que el fútbol es un deporte de caballeros jugado por gamberros". Un dicho al que habría que añadir, que ya no solo lo juegan los caballeros, sino también las señoras.