El último adiós de la infanta Pilar se ha celebrado esta tarde en la catedral de La Almudena. Desde que falleció el pasado 8 de enero la hermana del rey Juan Carlos ha recibido varios homenajes. La capilla ardiente, su entierro, el funeral multitudinario celebrado el pasado miércoles, con la presencia de los reyes Felipe y Letizia, don Juan Carlos y doña Sofía y las infantas Cristina y Elena, y el de este viernes han sido los actos con los que se ha despedido a la hermana del rey emérito. 

Al de hoy han acudido numerosos familiares, amigos y autoridades. Sus cinco hijos, Simoneta, Juan, Beltrán, Fernando y Bruno, han estado muy bien acompañados en este sentido homenaje. Andrea Pascual, la mujer de Beltrán, Laura Ponte, su exmujer, y Bárbara Cano, la esposa de Bruno, también han despedido muy emocionadas a su suegra y exsuegra. A la cita tampoco ha faltado la infanta Margarita, hermana de don Juan Carlos y doña Pilar, que ha llegado acompañada por su marido Carlos Zurita y su hija María Zurita. También han estado en la misa amigos como Adriana Carolina Herrera o Konstantin de Bulgaria.

Un acto mucho más discreto que el del pasado miércoles, al que no han acudido ni los reyes Felipe y Letizia ni los eméritos don Juan Carlos y doña Sofía, y que ha sido abierto al público. Con este funeral se pone punto y final a los actos con los que se ha despedido a la hermana mayor de don Juan Carlos. Los restos mortales de la tía de Felipe VI fueron incinerados, tal y como ella quería, y descansan junto a los de su marido Luis Gómez-Acebo en el cementerio de San Isidro de Madrid. Esta decisión rompe con la tradición. Debido a su condición de Infanta de España, doña Pilar podía haber sido enterrada en el Panteón de Infantes del Escorial, algo que ella rechazó.