Froilán, el damnificado por los problemas de la infanta Elena y Jaime de Marichalar: el origen de la mala relación con su padre

El 18 de marzo del año 1995 la hija mayor de los por aquel entonces Reyes de España pasaba por el altar en Sevilla en una boda multitudinaria. Han pasado ya 30 años de ese enlace entre la infanta Elena (61 años) y Jaime de Marichalar (61 años) y la situación evidentemente ha cambiado mucho entre ellos. En el año 2007 se anunciaba por parte de la Casa Real española el cese temporal de convivencia que fue de todo menos temporal, ya que desde ese momento la relación entre los Duques de Lugo es prácticamente inexistente.

Fruto de ese matrimonio nacieron sus dos hijos. Victoria Federica (24 años) se ha convertido recientemente en todo un referente para la prensa de nuestro país. Su faceta como influencer y su participación en programas de televisión han provocado que se encuentre en el disparadero. Pero en esta tesitura su hermano mayor, Froilán (26 años), ya sabía lo que era estar expuesto debido a las innumerables polémicas que protagonizó durante su adolescencia. Sin embargo, estos altercados han significado el origen de la mala relación que mantiene con su padre en la actualidad.

La difícil infancia de Froilán que marcó su carácter

Nacer en el seno de una familia real tienes sus ventajas pero también sus inconvenientes. Hay que recordar que Froilán es el cuarto en la línea sucesoria de la Corona española, tan solo por detrás de sus primas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y su madre, la infanta Elena. Por ello, desde su nacimiento ha sido una persona muy mediática y al que hemos visto crecer y seguir todos los pasos que ha ido dando.

De hecho, su infancia no es que haya sido fácil precisamente. “Tuvo una infancia muy desgraciada. Sus recuerdos más lejanos se remontan a Nueva York, donde estuvieron tres años acompañando a su padre, que estaba tratándose en el hospital Mount Sinai del ictus que tuvo en el año 2001”, escribía Pilar Eyre en uno de sus blogs para la revista Lecturas. De hecho, recordaba ese ictus que marcó para siempre a toda la familia y, en especial, al nieto mayor de la reina Sofía.

Esta situación provocó que la convivencia fuese algo tormentosa, tal y como lo calificó la escritora. “Tienen una relación pésima entre ellos y nunca más se han vuelto a dirigir la palabra”, añadía Eyre. Por tanto, este hecho provocó que el carácter del hermano de Victoria Federica se viera afectado notablemente, puesto que era un niño que no llegaba a los seis años de edad.

No obstante, en la adolescencia la situación no varió o, en todo caso, empeoró. Con doce años protagonizó aquel famoso episodio en el que se pegó un tiro en el pie que causó un gran revuelo mediático. Pero con posterioridad sus salidas nocturnas comenzaron a ser un amargo trago para toda la familia. Froilán se veía involucrado en diferentes altercados en la noche madrileña, como aquel after en el que encontraron estupefacientes o la trifulca a las puertas de una discoteca.

Tan lejos llegó esta situación que finalmente el nieto mayor del rey emérito Juan Carlos I fue enviado a Abu Dabi, donde residía su abuelo. Esta decisión fue provocada por la presión que ejerció su madre, la hermana del rey Felipe VI, para tratar de alejarlo de la polémica. Sin embargo, parece que Jaime de Marichalar no estaba muy de acuerdo en enviar a su hijo al país árabe, configurándose como un tema más de discusión entre el exmatrimonio.

El origen de la mala relación de Froilán con su padre, Jaime de Marichalar

Durante este tiempo se ha hablado mucho de la relación que mantienen los Duques de Lugo con sus hijos. Es habitual ver a la infanta Elena con sus dos vástagos, sobre todo cuando acuden a cualquier corrida de toros. Con Jaime la situación es bien distinta. Por un lado, Victoria Federica sí que se muestra más cercana a su padre con sus apariciones puntuales en diferentes eventos relacionados con la moda. Sin embargo, con su hijo mayor es más difícil verlo por diferentes motivos.

Cada vez que Froilán regresa a nuestro país toda la prensa quiere seguir sus pasos tras su periplo por el país árabe. Según apuntan desde ‘Monarquía Confidencial’, su padre le habría pedido que fuese más amable con la prensa, además de un poco más discreto para evitar verse involucrado en este tipo de altercados. “Jaime es muy discreto y quiere que sus hijos públicamente tengan un comportamiento ejemplar”, escriben desde el medio indicado.

De hecho, ahí radica el origen de su no tan buena relación, ya que Jaime no estaría muy de acuerdo con todo lo que ha ido realizando su hijo mayor, desde los incidentes que ha protagonizado hasta su marcha a los Emiratos Árabes Unidos, algo de lo que él se opuso en un principio parece ser. Desde el indicado medio explican que el distanciamiento entre padre e hijo procede de esta situación al consultar con el entorno del exmarido de la infanta Elena. Sin embargo, fuentes cercanas a Froilán señalan que se debe fundamentalmente a la falta de apoyo emocional por parte de su padre, tal y como revelan en el citado medio. No obstante, habrá que esperar a sus próximas visitas para comprobar si la situación deja de ser tensa.