Ellos son unos de los monarcas europeos más sencillos y cercanos, y así lo demuestran en cada acto público al que acuden. La última aparición oficial de los reyes Felipe y Matilde de Bélgica se ha realizado en el Palacio Real de Bruselas con motivo de la inauguración de una exposición sobre la historia del propio país.
Esta nueva apertura, que vendrá acompañada de unas jornadas de puertas abiertas, tiene como objetivo acercar a los ciudadanos belgas -además de a las visitas del extranjero- a la cronología, los documentos y algunos testimonios del país. Por este mismo motivo, los monarcas no podían perderse su papel como anfitriones.
Mientras han realizado un recorrido completo por la exposición, Felipe y Matilde han charlado con los responsables de la misma y no han dudado en realizar las preguntas pertinentes en los objetos más curiosos, como ha sido el rincón dedicado a la Astronomía, donde Felipe se ha mostrado muy intrigado. Además, la reina ha compartido unos juegos didácticos con un grupo de niños con los que ha protagonizado instantáneas muy divertidas con unos prismáticos de efecto ·D.
Ubicado en el centro de la capital, el Palacio Real de Bruselas es el palacio oficial del rey de los belgas, pero no se trata de la residencia habitual de la Familia Real. Felipe, Matilda y sus cuatro hijos viven en el Castillo Real de Laeken, a las afueras de la ciudad.
Recién aterrizados de su viaje por Sajonia, los reyes belgas continúan su agenda oficial. Se espera que en los próximos días comiencen su periodo de vacaciones, unos días de descanso en familia que, sin duda, les van a venir muy bien.