Abrazos, manos entrelazadas y constantes muestras de cariño. El paso de los reyes Federico y Mary de Dinamarca por Noruega ha dejado estampas dignas de una pareja enamorada. Lejos quedaban los rumores de separación, las crisis matrimoniales y todas las especulaciones que han rodeado a los hoy reyes de Dinamarca. El amor triunfaba. Todo parecía que estaba en su sitio. Pero, ¿todo, todo? Un último descuido en el regreso de los reyes a su país ha vuelto a poner a Mary y Federico en tela de juicio.
La prensa danesa señalaba el movimiento final de la reina Mary que ha vuelto a desconcertar a todos. Pese a las numerosas muestras de cariño y complicidad que han dejado patentes en su viaje de Estado a Noruega, los reyes optaban por regresar por separado a Dinamarca. ¿El motivo? Nadie lo sabe. La reina, con cierta prisa, abandonaba el barco en el que llegaron al país vecino y volvía en solitario. El rey, por su parte, se quedaba abordo y continuaba con los planes que, al parecer, iban a realizar de forma conjunta.
Las prisas de la reina Mary de Dinamarca que vuelven a levantar la sospecha
No eran pocas las voces que tildaban de cierto ‘paripé’ el excesivo cariño con el que los reyes Federico y Mary de Dinamarca se trataba durante los días en Oslo. La pareja real, que mantiene una estupenda relación con la Familia Real noruega, aprovechaba la presencia de medios nacionales e internacionales para presumir de buena relación. Algo que contrasta estrepitosamente con las pocas apariciones juntos que han desplegado desde que subieron al trono.
Los medios daneses no han evitado pronunciarse sobre la agenda de los reyes, escasa y poco atractiva, y las apariciones tanto de Federico como de Mary por separado. Nuevos rumores de ruptura y crisis que, en un primer momento, parecían haberse callado con el ascenso al trono del primogénito de la reina Margarita. De hecho, tras la abdicación de la monarca, se escondía un firme propósito de blindar a su hijo y acabar con la crisis que podría haber terminado con una separación radical.
Ahora, Federico y Mary presumen de amor y de complicidad, de cariño y de espontaneidad. Algo que parece terminar cuando se apagan las cámaras. En cuanto terminó el viaje de Estado, la pareja cogió caminos separados para regresar a Dinamarca. Un trago que no ha sentado nada bien a los daneses, tal y como se recoge en varios medios, y que vuelve a levantar las sospechas de una relación entre lo reyes no tan estupenda como se ha intentado hacer pasar.