Federico de Dinamarca cumple 56 cumpleaños: fama de conquistador, muchas polémicas y la sombra de Mary Donaldson

La actitud del hijo primogénito de la reina Margarita, que lleva desde 2004 casado con Mary Donaldson, le ha granjeado críticas severas

Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

Actualizado a 26 de mayo de 2024, 09:01

Gtres
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De los 56 años que lleva ya pululando por el mundo, es obvio que el último de ellos ha sido el más movido en la existencia de Federico de Dinamarca. Sin ir más lejos, hace unos días se hizo viral en las redes sociales un vídeo de 30 segundos de duración donde un hombre, que según algunos era el rey danés, aparecía ondeando una bandera palestina desde el balcón de un edificio, que más de uno señaló que era el palacio de Amalienborg, en Copenhague. Se armó cierto jaleo, pero pronto se demostró que el protagonista del vídeo no era el monarca, y que las imágenes se habían tomado en el marco de las protestas donde miles de participantes pedían en Malmö (Suecia) el boicot a Eurovisión por la participación de Israel.

En realidad, la publicación merecía poca credibilidad, entre otras cosas, porque el esposo de Mary de Dinamarca es de esos monarcas que evitan pronunciarse políticamente de forma pública. Seguramente aprendió esta lección de su madre, la discreta Margarita de Dinamarca. "En mi familia me han enseñado a permanecer lejos de la política, por encima de ella", apuntó una vez la reina, que en diciembre de 2023 anunció su abdicación tras ocupar el trono durante más de cinco décadas. Según distintas fuentes, la monarca decidió acelerar el proceso de abdicación para asegurar la continuidad de la monarquía, en horas bajas tras la publicación en ‘Lecturas’, el pasado mes de noviembre, de unas fotografías en las que se veía a su hijo Federico paseando por las calles de Madrid junto a la mexicana Genoveva Casanova.

En realidad, el hijo primogénito de Margarita y su marido el príncipe Enrique de Dinamarca siempre ha tenido fama de conquistador y rebelde. Protagonizó su primer escándalo cuando tenía 24 años y la policía detuvo a la que en ese momento era su novia, la modelo Malou Aamund, por conducir junto al danés un vehículo a toda velocidad, sin tener permiso y en estado de embriaguez. Aquello llevó a que el Parlamento de su país se planteara si Federico debía renunciar a sus derechos dinásticos, y a que la casa real danesa pidiera disculpas y mandara al muchacho a estudiar a Estados Unidos. 

Superando obstáculos

Varios escarceos después, Federico se ennovió con la diseñadora Bettina Oedum, que perdió cualquier posibilidad de convertirse en princesa consorte el día que vieron la luz unas imágenes donde aparecía en top-less, en la cubierta de un barco, mientras disfrutaba de unas vacaciones en la Riviera francesa con su pareja —el jefe de la Casa del príncipe, Per Thornit, decidió intervenie—. Ya en el año 2000, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Sidney, Federico conoció en un pub a una abogada australiana llamada Mary Donaldson.

La pareja se enamoró y ella comenzó rápidamente su preparación como princesa: no solo se trasladó a Copenhague, a un apartamento cercano a la residencia de la familia real, sino que contrató a un asesor de estilo y se esforzó por perfeccionar el danés con cursos intensivos. En 2003, Federico le pidió matrimonio con un diamante en talla esmeralda cuyo diseño reflejaba la bandera danesa, y en mayo del año siguiente, pese a la oposición de Margarita, que no veía con agrado que la futura reina de la nación fuese plebeya, celebró su boda en la catedral de Copenhague.

Desde entonces, han tenido juntos cuatro hijos (Christian, Isabelle, Vicent y Josephine) y se han visto protagonizando varias noticias relacionadas con la presunta infidelidad. "Mary y Federico no se ven cómodos el uno con el otro desde esa terrible escena de noviembre", ha comentado a una revista australiana una supuesta amiga de la consorte. "Él [Federico] ha hecho muy poco para solucionarlo. Dejarla en ridículo es profundamente preocupante. Es probable que Mary se sienta completamente estancada: ahora es la reina. No es que pueda simplemente levantarse y marcharse".

Callando bocas

Cuentan que, después de que viera la luz el reportaje que abrió la caja de los truenos, Mary dijo que solo seguiría adelante con su matrimonio si su esposo ascendía pronto al trono. Según Pilar Eyre: "Cuando huyó a Australia, Margarita envió a un consejero para comunicarle su propósito de hacerla reina y solo entonces Mary cambió de parecer y decidió que le compensaba fingir que aceptaba la explicación de su marido: que no había pasado nada". En cualquier caso, el pasado mes de marzo que publicó que, a principios de este año, el danés volvió a visitar Madrid, donde parece que siempre se lo suele pasar bastante bien.

Fue el pasado 14 de enero cuando Federico X fue proclamado rey de Dinamarca, país donde el apoyo a la monarquía sigue siendo mayoritario —75%, según recientes encuestas—. Ese día, mientras estaba asomado al balcón del Parlamento danés, seguramente para callar bocas, le plantó a su mujer un beso que, a ojos de la prensa europea, parecía totalmente "planificado y no espontáneo".

Mary y él también se han dejado ver juntos recientemente, tanto en la que ha sido su primera gira internacional en calidad de reyes como en la tradicional carrera real celebrada en Copenhague. El tiempo dirá si su crisis de pareja ha sido algo pasajero o si, como suele pasar en el caso de los matrimonios 'royal', la misión de seguir perpetuando la monarquía está por encima de los sentimientos de cualquiera de los cónyuges.

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