Todavía se desconocen cuáles serán los planes de verano de los miembros de la familia real británica, pero todo apunta a que estas vacaciones serán muy diferentes a las de años anteriores. La crisis del coronavirus ha hecho que los planes de todo el mundo cambien, y entre ellos también los de Isabel II y su familia. Si algo tenían los veranos de los Windsor era que salvo en casos excepcionales, siempre tenían los mismos destinos y las mismas reuniones.

Algo que con mucha probabilidad este año será de lo más diferente. Esta es una de las cuestiones que más inquieta a Isabel II. Si algo tiene el verano para ella es que es la época en la que más puede disfrutar de sus hijos, nietos y bisnietos. Pero sabe que esta vez esto no va a ocurrir tal y como ella quiere.