La familia real británica ya se prepara para pasar la segunda ola del coronavirus ante el nuevo confinamiento en Reino Unido. Al igual que hicieron el pasado mes de marzo, la mayoría de los Windsor tiene pensado cambiar su lugar de residencia durante las próximas semanas. En el caso de Isabel II no ha querido esperar más y ya ha llevado a cabo este cambio. La reina de Inglaterra se ha trasladado esta semana al castillo de Windsor, lugar en el que pasó la primera ola del virus.
Allí se ha reunido con su marido Felipe de Edimburgo, con quien ya convivió durante los cuatro meses que estuvieron confinados en este mismo sitio. El matrimonio se trasladó en verano a Balmoral y después se marchó a Sandringham, lugar favorito del duque de Edimburgo. Pero ante la previsión de lo que está por venir, han decidido poner rumbo al castillo de Windsor y seguir sin pisar Buckingham Palace. No son las únicas personas de la familia real británica que van a cambiar de residencia estos días.
Los miembros de la familia real británica pasarán el confinamiento separados.
Otros miembros de la familia real británica como el príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles también tienen pensado hacer las maletas para volver a la casa que tienen en Birkhall, Escocia. Es el lugar en el que estuvieron confinados y donde el heredero al trono dio positivo en el virus. En los últimos meses han estado viviendo en Clarence House, su residencia oficial, ya que es mucho más fácil atender los compromisos profesionales moviéndose desde allí. Pero lo más probable es que en los próximos días dejen su vivienda habitual para marcharse a un lugar más tranquilo.
Para quienes parece que esta vez va a ser diferente es para el príncipe Guillermo y Kate Middelton. Durante el pasado confinamiento los duques de Cambridge se trasladaron con sus hijos George, Charlotte y Louis a su casa de Anmer Hall, en Norfolk. Es la vivienda que el matrimonio suele destinar para pasar sus vacaciones y donde encuentran mucha calma. Así que no tuvieron duda a la hora de irse allí a pasar el confinamiento. Pero esta vez podrían quedarse en Kensington Palace ya que por ahora los pequeños siguen con las clases en el colegio, que continuarán abiertos pese al confinamiento.