Poco a poco la reina Sofía (84 años) va retomando su agenda institucional. De vuelta en Madrid tras pasar unos días en Atenas junto a su cuñada Ana María, la madre de Felipe VI reaparecía a las puertas del Jardín del Retiro con motivo de la entrega de los Premios Reina Sofía de Pintura y Escultura. Al margen del acto que presidía, si hay algo que no ha pasado desapercibido es que entre todas sus joyas destacaba un anillo de gran peso a nivel sentimental.
Ha sorprendido (y mucho) que doña Sofía haya rescatado de su joyero personal el anillo de pedida que don Juan Carlos le regaló hace casi 60 años, una pieza muy vistosa compuesta por un aro de oro y dos rubíes que se unen por un diamante.
La última vez que los reyes eméritos tuvieron la oportunidad de verse fue el pasado 16 de enero con motivo del funeral de Constantino de Grecia. En aquel momento, don Juan Carlos no dudó en viajar de Abu Dabi a Atenas para estar al lado de su mujer y de toda su familia regalándonos una estampa histórica que no se repetía desde hacía años.
La divertida anécdota que marcó la pedida de mano de Juan Carlos a Sofía
Nos tenemos que remontar al año 1961 en hotel Beau Rivage de Lausana (Suiza). El lugar no fue casualidad, allí se encontraban los reyes de Grecia con motivo de la inauguración de la Exposición Universal, aparentemente una escena idílica que un jovencísimo Juan Carlos rompió con su por todos conocida campechanía. Al grito de "Sofi, cógelo", el príncipe le lanzó la caja con el anillo a la que era su novia. Parece que lo de hincar rodilla no iba con él... Si le resultó divertido o no a Sofía de Grecia es un misterio, pero lo que es cierto es que algo de cariño le tiene que tener a la pieza si seis décadas después sigue luciéndola.
La reina Sofía reversiona el luto de la forma más elegante
Desde la muerte de su hermano Constantino el 10 de enero de 2023, no hemos visto a la reina Sofía vestir un color que no sea el negro, una elección muy personal que simboliza el duelo que está atravesando tras la pérdida de uno de los hombres más importantes de su vida. Sin embargo, en su última reaparición pública ha mantenido la sobriedad pero dándole un toque muy elegante y sofisticado.
Al negro del pantalón ancho y el top de acabado satinado ha sumado una blazer entallada de terciopelo morado con solapas en negro, una pieza firmada por Escada que lleva en su armario varios años y, a la vista está, no pasa de moda.