Leonor (18 años) ha demostrado que es una de las herederas europeas más preparadas. La hija de Felipe VI y Letizia, que continúa con su formación militar en Marín, está muy comprometida con su labor en la Casa Real y su educación ha dejado boquiabierta a todos los medios internacionales. De hecho, la princesa de Asturias protagonizaba hace unos meses todos los titulares gracias a su gran talento aprendiendo idiomas.
"La futura Reina de España supera a todos los demás miembros de la realeza por su vocabulario. Habla ocho idiomas y ocupa el primer puesto en el ranking de la plataforma de aprendizaje Preply. Además del español, esta educada joven de 18 años habla las tres lenguas regionales de su país: catalán, gallego y vasco. También se expresa perfectamente inglés con fluidez. Pero no solo eso, también está aprendiendo mandarín, francés y árabe. En definitiva: ama los idiomas más que nada", explicaron en 'Bunte'.
Eso sí, a pesar de que la heredera al trono tiene una gran capacidad para los idiomas, a veces en sus discursos podemos observar que se queda sin respiración o se traba en algunas palabras. Algo que a Letizia no le ha pasado nunca. Y aunque podemos apelar a su juventud y tenemos claro que con los años lo hará completamente perfecto, lo cierto es que Juanfran Velasco, experto en comunicación, tiene las claves para que Leonor consiga superar estos pequeños traspiés que a veces comete frente al público.
Lecturas se ha puesto en contacto con este especialista en comunicación y marca, que halaga la figura de la Reina, y nos ha revelado que las principales razones por las que le pasa esto a la monarca es porque "está muy nerviosa", "no le han enseñado a respirar con el diafragma y se queda sin aire" y porque seguramente "la redacción del discurso no le ayuda".
"Si hay algo que ha convertido a la Reina Letizia en una verdadera líder es su habilidad para hablar en público. Cada vez que escuchamos su discurso parece que la estamos viendo en la tele presentando un programa o un informativo. Las pausas, la entonación, la modulación, el volumen, el ritmo… Todo suena en armonía. Para formarse, no es necesario contratar al mejor coach porque Leonor lo puede hacer en su propia casa", nos dice Velasco, que nos presenta diez consejos basados en técnicas profesionales de oratoria para que la hija de Felipe VI pueda proyectarse "con confianza, calidez y carisma".
Leonor debe aprender a controlar su expresión corporal.
Los diez consejos de Juanfran Velasco para Leonor
Para Juanfran los nervios pueden ser el mayor obstáculo al hablar en público, aunque puede haber algo mucho peor: el autoboicoteo. "Pensamientos interferentes que se convierten en mensajes negativos que nos decimos a nosotros mismos. Muchos de estos están relacionados con la valía personal, creer que todo el mundo está notando tus nervios, ser demasiado exigentes… El ejercicio más práctico es evaluar este tipo de creencias limitantes, su frecuencia y duración en la que aparecen para empezar a ser conscientes de ellas. Por lo tanto, hablarse a uno mismo con optimismo es el primer paso para creer en el propio discurso", nos cuenta, añadiendo que Leonor debe repetirse frases como que es normal estar nerviosa o que puede tomarse el tiempo que necesite.
Velasco también cuenta que la princesa de Asturias debe aprender a relajarse. "Recordar experiencias pasadas de confianza pueden ser el empujón necesario para calmarse antes de subir al escenario. Respirar profundamente y visualizar un discurso exitoso ayuda a reducir la ansiedad y a proyectar una actitud tranquila y controlada", dice. Pero no solo eso, el experto en comunicación comenta que controlar el diafragma es el secreto para ser un gran orador. "Para hablar bien en público hay que conseguir una respiración lenta y profunda. Dominar este proceso es fundamental para no quedarse sin aire justo en la parte más importante. La técnica de respiración diafragmática es ideal para fortalecer la voz y la seguridad. Tomarse un momento antes de comenzar a hablar, inhalando lentamente por la nariz y exhalando con calma por la boca, permitirá que la voz se proyecte de manera natural, ayudando a que se escuche fuerte y clara. Al focalizarse en llenar el abdomen, y no solo el pecho, Leonor puede ganar en claridad y energía, ayudando a gestionar los nervios", relata.
Otro de los consejos que Juanfran nos cuenta para la hermana mayor de la infanta Sofía es que Leonor debe calentar y ejercitar su voz porque esta se desgasta. "Estaría bien que vocalizara en diferentes tonos o realizara movimientos de la boca para tener mayor flexibilidad y control vocal", cuenta. El experto también hace hincapié en que la princesa de Asturias debe ponerle más esfuerzo en las pausas y en la entonación para conquistar a la audiencia. "Esto permitiá resaltar las ideas más importantes y dar dinamismo a su discurso. Estos matices aportan naturalidad y ayudan a conectar con el público", explica.
Según nos explica Velasco, la futura heredera al trono también debe poner atención en su expresión corporal: "La mirada es esencial para construir confianza, mientras que una sonrisa genuina aporta cercanía y amabilidad. Gestos con las manos que acompañen el discurso, una postura firme y un leve movimiento por el escenario ayudan a reforzar las palabras y mantienen a la audiencia interesada. Aprender a manejar la distancia corporal y evitar movimientos nerviosos, como cruzar los brazos o balancearse, proyectará una imagen segura", dice para después comparar a madre e hija.
"La Reina Letizia domina perfectamente la comunicación no verbal. Sabe cómo mirar al interlocutor, de manera directa; muestra gestos de seguridad con las manos; nunca se retira hacia atrás y siempre lo hace mostrando un aspecto profesional", comenta. ¿Cómo Leonor debe usar su cuerpo? El experto lo tiene claro: "Los brazos y las manos deben estar a una altura media. No parecer que bailamos sevillanas, pero sin esconderlas, además nos ayudan a enfatizar partes importantes del discurso. Y el apoyo sobre los dos pies con las piernas abiertas a la anchura de los hombros", añade.
Juanfran también recomienda a Leonor que le diga a quien le escribe sus discursos que elija un vocabulario claro y conciso para conseguir persuadir a los receptores. De hecho, Velasco incide en que la hija de los Reyes debe conocer cómo se construye su texto, saber cuáles son las partes o qué figuras retóricas va a utilizar. No haberlo escrito no debe eximirla de tener conciencia de todo lo que va a decir.
Por último, la princesa de Asturias debe saber que la audiencia no es un espectador pasivo. Y es que hacer preguntas, pedir opiniones o realizar pequeñas interacciones ayuda a que el público se sienta parte de la conversación. "Otra estrategia que funciona muy bien es conectar con ideas de ponentes o participantes previos a tu participación y hacerlo sin leer. Esto crea un ambiente de cercanía y aumenta el interés. Además, permite reforzar los puntos clave y crear una conexión emocional, haciendo que el mensaje sea aún más efectivo y memorable", concluye el experto en comunicación.