Estamos ante una nueva Letizia Ortiz o, mejor dicho, ante una nueva Reina de España. Han pasado 10 años desde que Felipe VI ascendiera al trono pero ha sido en el último año cuando hemos visto un cambio real en la actitud de la consorte.
En cada aparición pública se muestra mucho más cercana y amable, alejada por completo de esa imagen altiva y, por momentos, borde que fue tan criticada durante sus primeros años en la Casa Real. Es una más y como tal no duda en saltarse los protocolos de seguridad para acercarse al pueblo.
Es imposible olvidar su aplaudida actitud en Paiporta. Tras recibir insultos y barro a su llegada, doña Letizia aguardó el chaparrón con serenidad y se acercó a todos los damnificados para escucharles y trasladarles calma y esperanza. "Lo que se vivió allí durante la visita de los Reyes fue impresionante. Ver a la Reina tan cercana a todos, entendiendo a todos fue muy emocionante", llegó a decir una de las vecinas. O más recientemente cuando doña Letizia sacó a relucir su faceta más maternal en su visita al CEIP Cortes de Cádiz. La madre de Leonor y Sofía no dudó en tirarse al suelo para contar un cuento a los niños que la escuchaban con mucha atención. Tardó solo unos minutos en metérselos en el bolsillo.
El último gesto que merece la pena destacar es de hace solo unos días cuando doña Letizia llegaba a una reunión de trabajo cubriendo a María Dolores Ocaña con su paraguas. Un gesto de lo más natural que no pasó desapercibido para nadie y que refleja no solo la cercanía de la Reina sino también la magnífica relación que tiene con su secretaria.
El 'acantilado de cristal' de la reina Letizia
Desde Lecturas. com nos hemos puesto en contacto con Juanfran Velasco, experto en comunicación, que ha puesto nombre y apellido a este cambio por parte de la Reina.
"Dentro del liderazgo femenino, existe una poderosa metáfora para referirse al fenómeno que explica cómo en tiempos de crisis, las mujeres están en primera línea. Se llama el 'acantilado de cristal' o 'precipicio de cristal' (glass cliff)", nos cuenta. Un concepto, acuñado por los profesores británicos Michelle K. Ryan y Alexander Haslam en 2004, que explica que las mujeres tienen más posibilidades de llegar a puestos de poder en situaciones de crisis.
Velasco nos cuenta que en el entorno empresarial y político se suele confiar en una mujer "cuando todo lo demás ha fallado" y aunque no es el caso exacto de la Reina, si tiene mucho que ver "en lo que se refiere a su visibilidad e imagen".
"Sus atributos no han cambiado. Siguen siendo los mismos. Lo que sucede es que lo que antes se consideraba un defecto (su perfeccionismo, entender su papel institucional como un trabajo de alta responsabilidad con necesidades de descanso, etc.) ahora se considera como una salvación en una institución que ha se ha visto salpicada por muchos escándalos", manifiesta.
En los ojos de experto, Juanfran Velasco no considera que doña Letizia esté ante una transformación como tal. "Lo que yo veo es un cambio en la percepción de la opinión pública sobre la Reina de España", apunta. "Aunque no hay estudios oficiales que confirmen este fenómeno (el CIS dejó de preguntar por la monarquía en 2015); lo cierto es que todo lo que lleva la marca Letizia es un éxito", asegura sin titubeos. Y va a más al resaltar el interés de la consorte dentro y fuera de nuestras fronteras. "Da igual si es por un acto oficial, por la moda que representa, su discurso, su gesto… todo lo que lleve en el titular el nombre 'Letizia' es éxito de clics".
Según la plataforma Hallon, en el último mes se han escrito más de 4.400 artículos hablando de la reina Letizia. "Su peso mediático es muy alto. Analizando el social listening (escucha en redes sociales) y otras herramientas de monitoreo de medios, Letizia se ha convertido en una role model o modelo a seguir. Un término que hace referencia a líderes con valores que inspiran y son susceptibles de ser imitadas".
Con estos datos encima de la mesa se confirma que doña Letizia no solo es un referente dentro y fuera de nuestras fronteras sino una pieza fundamental de la Corona española. Además, ha conseguido modernizar, siempre al lado de Felipe VI, una institución señalada desde hace años.