Tenía novia, era española y muy conocida en televisión. Estas fueron las primeras informaciones que se filtraron sobre la relación que había llegado a la vida del entonces príncipe Felipe. El hijo de los reyes Juan Carlos y Sofía estaba enamorado y lo iban a contar ya mismo. El propio príncipe no quería dilatar demasiado los tiempos para que no pasase con su anterior relación formal. La modelo Eva Sannum no fue del agrado ni de la Casa Real, ni de los nobles del país, ni prácticamente de nadie. Las columnas en periódicos donde se glosaban los inconvenientes de la modelo se sucedían a diario. Esta vez no iba a ser igual.
Los periodistas que cubrían Casa Real avisaron de que había novedades. Va a ser pronto, aseguraban sin revelar el nombre de la elegida. Solo que era una persona conocida y que, sí, pertenecía a Televisión Española. El círculo se iba estrechando. Eran muy pocos los que sabían la identidad de la pareja del príncipe. Pese a su popularidad, habían logrado llevarlo en secreto y con discreción. Claro que el noviazgo había sido corto. A estas alturas, no había lugar para dejar pasar los meses.
En cuanto se supo que había algo, comenzaron las especulaciones. Dos nombres sonaron con fuerza. Dos famosas muy famosos que pertenecían también al plantel de RTVE y que podían haber conquistado al heredero al trono. Pero, ¿quiénes eran?
Las dos famosas que sonaban como novias de Felipe
El periodista Martín Bianchi relata cómo fue la filtración de la identidad de la novia del entonces príncipe en 'Letizia en Vetusta'. “Las teles empezaron a especular sobre quién sería la prometida”, apunta. Desde Casa Real se había indicado ya que la noticia iba a salir de forma oficiosa. A preguntas de los periodistas, ni confirmaba ni desmentía rumores. La respuesta perfecta para no entrar en nada y dejar que fuese el propio príncipe quien llevase la voz cantante en estos asuntos institucionales.
“Algunos periodistas aseguraron que podía tratarse de la presentadora Anne Igaritubu o de la modelo Inés Sastre, con la que habían relacionado al príncipe en los años noventa”, escribe Bianchi. No era la primera vez que los rumores sonaban sobre ambas. En la cima de su popularidad, tanto Igartiburu como Sastre habían sido relacionadas, son fundamento, con la Casa Real. Los temores volviendo a sonar con fuerza. De nuevo, una modelo en la terna para convertirse en la futura reina de España.
“Solo algunas personas conocían el nombre de la futura reina. Terelu Campos, presentadora por entoncesd e 'Con T de tarde' en Telemadrid, era una de ellas”. La hija de María Teresa Campos fue de las pocas que sabía que se trataba de Letizia Ortiz. Fue ella la que se sentó ante los espectadores y tras unos minutos de especulaciones y barrido de nombres, dijo: “¿Pero a quién os referís? ¿A Letizia Ortiz?”. Se había abierto la veda. El nombre había salido. La presentadora de los informativos de Televisión Española compartía vida con el príncipe Felipe.
La reacción de la reina Letizia
Letizia Ortiz se encontraba en maquillaje cuando se escuchó su nombre en televisión. La entonces periodista no dejó su puesto en RTVE hasta que no se anunció de forma oficial el compromiso. Y entonces, aun tardó un poco en desvincularse de forma definitiva. “A mí me consta que en ese momento Letizia estaba en la sala de maquillaje de Torrespaña, preparándose para presentar su último telediario de la noche uy que manifestó su malestar”, afirma Terelu. “No voy a reproducir lo que dijo porque no es necesario, no está bonito y a ella no le gustaría. Pero se acordó de mi familia”, recoge Bianchi en su libro.
La futura reina maldijo en voz alta. Sabía que pronto iba a salir el anuncio oficial pero no que las cosas se iban a precipitar de esa forma. La periodista era noticia y lo sería ya lo que le resta de vida. De hecho, sacar el nombre en televisión hizo que Casa Real tuviese que adelantar los planes y confirmar el noviazgo y la pedida de mano. Comenzaba la nueva era de los príncipes de Asturias. Un momento de enorme felicidad que iba a traer diez años de sufrimiento y desplantes constantes.