Una experta en protocolo sobre Kate Middleton: "Tenía un propósito claro, consolidar su imagen de líder cercana y accesible"

La reaparición de Kate Middleton (43 años) en el tradicional desfile militar del Día de San Patricio ha estado cargado de un gran simbolismo. Tras su ausencia en 2024 a consecuencia de su enfermedad, la presencia de la princesa de Gales ha traído consigo una doble celebración. 

En solitario, Kate aparecía en calidad de Coronel de la Guardia Irlandesa en el Cuartel de Wellington de Londres y lo hacía rindiendo su propio homenaje al presidir el acto vestida de verde con un maxi abrigo entallado de Alexander McQueen. Un acto en el que la princesa de Gales ha acaparado todo el protagonismo y es que a pesar de la solemnidad que requiere este tipo de encuentros ecuestres, Kate ha sabido darle ese punto de frescura que le ha llevado a ser uno de los miembros más queridos por los británicos. 

En Lecturas hemos analizado la reaparición de Kate Middleton bajo la lupa de María José Gómez Verdú, experta en protocolo y etiqueta. En primer lugar, apunta a que el estilismo de la mujer del príncipe Guillermo "no ha sido una elección al azar" ni mucho menos. "En la cultura irlandesa, el verde representa la esperanza, la fertilidad y la buena fortuna. Además, es el color asociado a San Patricio, el patrón de Irlanda, y a la propia Guardia Irlandesa. En este contexto, su elección refuerza su papel como Coronel honorario del regimiento", una posición que asumió tras la reestructuración de deberes reales llevada a cabo por el rey Carlos III en 2022. 

Este patrón revela algo más profundo que el gusto por la moda: "Kate utiliza su vestimenta para proyectar estabilidad, continuidad y una conexión con la tradición en momentos de transición o incertidumbre". Se trata de una pieza creada en exclusiva para ella que estrenó en 2020  en su primer acto público tras el polémico 'Megxit' y volvió a rescatar en la misa de Navidad de 2022 en Sandringham.

"En esta ocasión, su elección parecía reforzar su compromiso con sus deberes reales, al tiempo que recordaba su papel de puente entre la monarquía y las instituciones con las que colabora. Además, el hecho de reutilizarlo en lugar de optar por un diseño nuevo envía un mensaje de austeridad y sostenibilidad, valores que cada vez pesan más en la imagen pública de la realeza", nos explica Verdú. 

El significativo broche en forma de trébol de Kate Middleton

Ya se ha convertido en tradición que Kate Middleton utilice el broche de oro en forma de trébol para su aparición en el Día de San Patricio, un detalle que esconde una historia. "El trébol dorado es un símbolo vinculado a la tradición irlandesa y utilizado por la Guardia Irlandesa desde su fundación en 1900", nos cuenta María José. Y aunque desde el año 2011 es Kate quien lo custodia, lo cierto es que anteriormente lo lucieron la princesa Ana y la Reina Madre. "Al lucirlo en la solapa junto con el ramillete de tréboles frescos, Kate no solo ha rendido homenaje a la unidad militar, sino que también ha reforzado su vínculo con la historia y la tradición que refleja la casa real británica", asegura la experta. 

El lenguaje corporal de Kate Middleton en su reaparición en solitario

Más allá del atuendo, su lenguaje corporal ha sido clave en la construcción definitiva de su mensaje. A lo largo de todo el acto Kate se ha mostrado "accesible y cálida, con una sonrisa genuina y gestos naturales al interactuar con los guardias y sus familias", destaca María José. Según la experta, su postura erguida y esa forma de moverse "denotaban seguridad, lo que refuerza su habilidad para equilibrar la solemnidad del protocolo con una cercanía auténtica". 

Otro de los detalles que no han pasado desapercibidos para nadie es ver a Kate Middleton beber cerveza. Aunque bien es cierto que no es algo puntual, sigue despertando una enorme curiosidad. Según María José, esa imagen responde a algo que va más allá de un gesto festivo.

"Históricamente, los miembros de la realeza han utilizado este tipo de gestos para conectar con la cultura y las tradiciones locales. En este caso, la cerveza –y particularmente la stout irlandesa– es un símbolo profundamente arraigado en la identidad nacional de Irlanda y en las celebraciones del Día de San Patricio. Al participar en este ritual, Kate no solo ha mostrado respeto por la festividad, sino que también ha reforzado su cercanía con la Guardia Irlandesa, un regimiento con fuertes vínculos con la historia y el espíritu irlandés", explica. 

Desde el punto de vista del protocolo, este tipo de acciones deben ejecutarse con un equilibrio perfecto, algo que la princesa de Gales ha logrado con creces: "Deben parecer naturales y auténticas, pero sin caer en la informalidad excesiva. Su gesto ha sido medido, acompañado de una sonrisa relajada, sin exageraciones ni artificios". Y va a más al asegurar que "no se trata de un brindis improvisado, sino de una participación estratégica en una tradición que se espera de su papel como coronel honorario de la Guardia Irlandesa". 

"En términos de etiqueta, beber en un evento oficial no siempre es común dentro de la realeza británica, pero en este contexto tenía un propósito claro: consolidar su imagen de líder cercana y accesible. Lejos de ser un acto frívolo, ha sido un mensaje sutil de integración y respeto", ha zanjado. 

En definitiva, Kate es clara a la hora de mostrar "su enorme capacidad de comunicar a través de los detalles en tiempos donde la monarquía enfrenta constantes cambios y desafíos". Y sentencia: "Kate Middleton ha demostrado, una vez más, que el poder del simbolismo sigue siendo una de sus mayores fortalezas".