Los reyes Felipe (56 años) y Letizia (52 años) y sus hijas la princesa Leonor (19 años) y la infanta Sofía (17 años) aparecieron ayer en Valencia por sorpresa. La familia visitó diferentes localidades valencianas en la que fue la primera ocasión en la que las jóvenes pisaron las zonas afectadas por la DANA. Aunque los Reyes ya habían estado allí en diferentes ocasiones para ver de primera mano las consecuencias del temporal que arrasó con la zona, ellas estuvieron por primera vez.
Fue una visita sorpresa. Nadie esperaba que los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía aparecieran por allí. Los ciudadanos se sorprendieron mucho, así como los dueños del restaurante en el que comieron en la localidad valenciana de El Palmar.
Con esta visita, los reyes Felipe y Letizia lanzaron diferentes mensajes. Dar su apoyo a Valencia, dar muestra de su lado más cercano, o dejar claro el papel que quieren que tengan sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía, fueron solo algunas de las cuestiones que se dedujeron ayer sobre sus propósitos allí. Pues bien, tras esta aparición inesperada, hemos hablado con la experta en protocolo María José Gómez Verdú para que nos explique las intenciones que hay detrás de los gestos que tuvieron.
Para comenzar su análisis, la experta ha hecho alusión a que “la reciente visita sorpresa de los Reyes de España y sus hijas a Catarroja, en pleno proceso de recuperación tras la devastación causada por la DANA, es un ejemplo tangible del poder simbólico de la monarquía como institución que trasciende los protocolos y jerarquías para conectar directamente con el pueblo”. Con estas palabras, Gómez Verdú ha hecho referencia a cómo los reyes Felipe y Letizia y sus hijas conectaron con los ciudadanos durante las horas que estuvieron en Valencia.
Un objetivo que según los propios ciudadanos valencianos, consiguieron. Son varios los que han hablado para diferentes cadenas de televisión en las últimas horas y han asegurado que tanto los Reyes, como la Princesa, como la Infanta, se mostraron muy amables, preocupados por cómo están las cosas allí y muy cercanos con gestos como los abrazos que repartieron.
De ahí que la experta en protocolo haya señalado que “este gesto, aunque polémico en algunos círculos, subraya la importancia de la cercanía emocional en tiempos de crisis”. Precisamente a la polémica ha hecho alusión María José Gómez Verdú al comentar las declaraciones de la alcaldesa de Catarroja sobre que echó de menos que la familia real visitara zonas más afectadas por la DANA y no solo las que ya se encuentran operativas.
El motivo por el que Casa Real no habría avisado de la visita de los Reyes y sus hijas a Valencia
La experta, después de las declaraciones de la política, ha explicado cuál podría ser el motivo por el que desde Casa Real no quisieron hacer ruido previo anunciando esta visita. “Si bien la alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, lamentó la falta de comunicación previa y la exclusividad del recorrido por zonas recuperadas, no debemos pasar por alto el mensaje esencial de esta visita: los Reyes de España no se limitan a actos ceremoniales, sino que se esfuerzan por estar presentes en los momentos que más afectan a los ciudadanos”.
En este sentido, María José Gómez Verdú ha hecho hincapié en que “en una sociedad polarizada, estos actos pueden parecer calculados, pero es precisamente su espontaneidad lo que los convierte en gestos auténticos de empatía”. Unos gestos de empatía que a la experta le han hecho remontarse a otras visitas de este estilo protagonizadas a lo largo de los años por diferentes miembros de la Corona.
“Este enfoque recuerda a otras visitas icónicas realizadas por monarcas españoles, como las de la Reina Sofía tras el atentado del 11-M en 2004 o el Rey Felipe VI tras el terremoto de Lorca en 2011. Cuando aún era príncipe de Asturias, Felipe acudió de manera discreta a Lorca, Murcia, tras el devastador terremoto. Allí mostró su apoyo a los vecinos en una visita que no se anunció públicamente hasta después de realizarla”, ha recordado la experta sobre cómo esta es una práctica habitual en situaciones de este tipo.
También más allá de nuestras fronteras, porque “a nivel internacional, la reina Isabel II del Reino Unido protagonizó momentos similares, como su famosa visita a los sobrevivientes del bombardeo de Londres durante la Segunda Guerra Mundial, un ejemplo eterno de resiliencia y conexión emocional”. Unas prácticas sobre las que según Gómez Verdú, la verdadera intención es la de que “estas acciones no buscan protagonismo, sino ofrecer consuelo en momentos de vulnerabilidad colectiva".
El sentido de la presencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía en Valencia
Pero en el caso de la visita de los Reyes y sus hijas a Valencia, ha habido algo más a destacar. La experta en protocolo ha puesto en valor la presencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía allí. Ha explicado que “en el caso de Catarroja, la presencia de las hijas de los Reyes, Leonor y Sofía, añade una dimensión de continuidad y renovación a la monarquía. La implicación de las nuevas generaciones en estos actos públicos transmite la imagen de una institución que no solo entiende su papel en el presente, sino que se proyecta hacia el futuro con un sentido renovado de responsabilidad”.
Además, ha hecho hincapié en que “en un mundo donde las figuras públicas suelen estar rodeadas de filtros y planificaciones estrictas, las visitas inesperadas como esta tienen un valor único. No solo ofrecen a los ciudadanos una oportunidad de interactuar de manera directa y sin intermediarios, sino que también permiten que los monarcas vean, de primera mano, las realidades que no siempre se reflejan en los informes oficiales”.