La imagen de la reina Letizia (52 años) está viviendo cambios importantes. Tras un 2024 especialmente complicado para la esposa de Felipe VI, estamos viendo la cara más humana de la reina consorte. Todo ello mientras se trabaja de forma evidente desde Zarzuela para fortalecer la imagen de la Corona, nuevo presente y sobre todo futuro, con una renovación interna que ya estamos viendo todos, y que también salpica a la imagen y actitud de los propios Reyes. Sobre todo, bajo análisis está Letizia. Siempre es así. No obstante, ha sido en los últimos meses cuando hemos notado una mayor evolución en la Reina, ya no solo desde el punto de vista profesional sino sobre todo personal. Adiós rigidez y perfección y hola a una vulnerabilidad hasta ahora insólita, lágrimas incluidas, a ojos de todos.
Todo esta nueva situación que rodea a la reina Letizia está siendo analizada por expertos en Casas Reales de todo el mundo. Con muchas alabanzas pero también críticas, otra constante en la vida de Letizia dentro de la Casa Real española. Desde Lecturas.com hemos querido conocer la opinión de la experta en protocolo y etiqueta María José Gómez Verdú, que ha destacado los mayores aciertos y a la vez el mayor error de la madre de la princesa Leonor en su papel, justo cuando se acaban de celebrar sus primeros diez años como reina consorte y veinte dentro de la Familia Real.
María José Gómez Verdú: "No podemos ignorar ciertos deslices protocolarios"
"En 2024, hemos visto cómo la reina Letizia ha seguido evolucionando en su papel dentro de la monarquía, con importantes avances, pero también algunos puntos de controversia. Su habilidad para conectar con la ciudadanía y aportar cercanía a la institución es incuestionable, aunque en ciertos momentos, como en elecciones estilísticas o gestos demasiado informales en actos oficiales, ha generado debate sobre si esa modernización diluye la solemnidad que requiere su posición", ha empezado analizando María José Gómez Verdú.
Según el análisis de la experta, la Reina ha tenido algún que otro desliz desde el punto de vista del protocolo, que si bien nos muestra su imagen más cercana también puede conllevar algún 'peligro' para la institución monárquica. "Además, no podemos ignorar ciertos deslices protocolarios, como en encuentros internacionales, donde pequeños detalles –como un saludo inadecuado al contexto cultural– han puesto en evidencia la importancia de ajustar cada gesto al entorno", nos explica. Eso sí, añade: "Por otro lado, la renovación en la Casa Real, con la incorporación de perfiles jóvenes y especializados, demuestra un intento de modernizar la institución, aunque la salida de figuras con gran experiencia plantea el reto de mantener un equilibrio entre innovación y tradición".
Las lágrimas de la reina Letizia, "un signo de vulnerabilidad"
Hace una semana que veíamos a la Letizia 'madre' despidiéndose de su hija Leonor en Cádiz. La Princesa de Asturias pasará varios meses en alta mar a bordo del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano dentro de su formación militar como futura jefa del Estado y Reina de España. Los reyes Felipe y Letizia se despidieron de su hija visiblemente emocionados, especialmente llamativa fue la actitud de la Reina, que incluso tuvo que recibir la atención del Rey. La experta en protocolo tiene una clara opinión sobre esta escena, que nunca podremos olvidar.
"El episodio más comentado del año fue, sin duda, la despedida de la princesa Leonor en el Buque Escuela Elcano. Las lágrimas de la Reina, aunque conmovedoras desde el plano humano, desde el punto de vista protocolario pueden interpretarse como un signo de vulnerabilidad que contrasta con la fortaleza simbólica esperada de una figura como la suya. Este tipo de gestos abren el debate sobre cómo equilibrar cercanía y autoridad en el complejo papel que desempeña", nos comenta.
Además, estas lágrimas llegan después de que la Reina se derrumbara en su primera visita a Paiporta, en Valencia, tras el paso de la DANA. Una tragedia ante la que los Reyes se entregaron completamente a pesar de las dificultades. "En definitiva, Letizia sigue siendo una figura en constante evolución, con aciertos importantes, pero también con áreas que requieren ajustes para fortalecer la imagen de la monarquía en un mundo moderno y dinámico, sin perder de vista la relevancia de la institución real y los valores que representa", concluye la experta.
La opinión sobre las lágrimas de Letizia de Pilar Eyre
Este momento de la Reina ha sido de lo más comentado estos últimos días. La periodista experta en Casa Real y escritora Pilar Eyre nos contaba en su último post de Lecturas: "Cuando el sábado pasado cantaron la salve rociera, el Juan Sebastián de Elcano soltó amarras y los cadetes ondearon al viento las gorras, los reyes parecían muy pequeños y frágiles en el muelle diciéndoles adiós. Y fue entonces cuando se vio a Letizia más emocionada, hasta el punto de que su marido, en un gesto inusual, la cogió por el hombro y la mantuvo así varios minutos, apoyándola y al mismo tiempo protegiéndola".
"Como en el caso de Felipe, quizás la imaginación de Letizia estaba lejos. Y recordaba quién era ella a los 19 años: una estudiante de periodismo con ganas de comerse en el mundo, que vivía con su novio una relación apasionada y que se sentía tan libre e irresponsable como cualquier veinteañera. A diferencia de Leonor, su futuro estaba por escribir y todos los sueños parecían posibles...", añadía la periodista.
La prensa extranjera opina sobre la emoción de Letizia y su gran reto
"La reina Letizia llora mientras la princesa Leonor emprende un nuevo capítulo en su vida" escribía la revista británica 'Hello!' tras este emotivo episodio de la reina Letizia. Y no es el único titular que hemos leído sobre estas lágrimas. La prensa extranjera ha determinado cuál es el mayor reto de Letizia en esta nueva etapa: "Ahora, Felipe y Letizia tienen que adaptarse a la vida sin su hija en casa". Y es que son cinco meses que no solo serán una prueba de fuego para la heredera al trono sino también para su familia, que están atravesando una fuerte renovación de la institución al mismo tiempo que ven como la princesa Leonor y la infanta Sofía se convierten en adultas y van tomando sus caminos.
El 2025 ha empezado con emociones fuertes para la esposa de Felipe VI y promete ser un año clave y de retos muy grandes para la Corona, y por supuesto para ella en su papel como Reina. Y madre, por supuesto.