Ha sido la exclusiva más replicada y comentada de la semana. Después de publicar las fotos de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia que precipitaron el comunicado en el que anunciaban que interrumpían su relación matrimonial, ahora le ha tocado el turno a la infanta Cristina de contar su versión. De nuevo ha sido Lecturas la primera publicación que ha tenido acceso a sus palabras."No va a haber reconciliación ni perdón". Y es una decisión irrevocable.
La cuñada de la reina Letizia, tal como ha revelado Pilar Eyre, "estaba muy interesada en dar su versión". Un paso necesario que la bloguera de nuestra revista desgrana como nadie y que es fundamental para entender los detalles más trascendentales en la destrucción de un matrimonio en el que la infanta Cristina ha soportado situaciones inaguantables. Humillada de muy diversas maneras al mantenerse al lado de su marido y ceder por amor, decidió decir basta. Y en esta nueva y reveladora exclusiva conocemos el instante en el que decidió no perdonar ya más a Iñaki Urdangarin.
La infanta Cristina, sentada en el banquillo de los acusados en 2013, tuvo que presenciar como unos mails subidos de tono desvelaban la infidelidad de su marido con la mujer de un íntimo amigo. Un problema estrictamente de pareja, que resolvieron en la intimidad, salían a la luz para hacerla revivir aquella humillación, pero esta vez en público. "Entonces, en 2003, perdonó, sí, porque Iñaki se lo confesó llorando y ella creyó en su arrepentimiento", cuenta Pilar Eyre sobre aquel trance superado diez años antes del juicio al 'caso Noos'.
Sin embargo, esta ocasión ha tenido un matiz que ha sido el límite de Cristina de Borbón y que marca la diferencia con otras situaciones. "De su relación con Ainhoa se ha tenido que enterar por la prensa, a la vez que muchos millones de personas. ¡Su marido no solo tiene una amante, sino que la ha estado engañando durante meses!", narra la bloguera de Lecturas. La trascendencia de aquellas imágenes iba más allá de revelar la nueva ilusión del exduque de Palma, estando aún casado, sino que confirmaba que el matrimonio hacía vidas separadas.
Así es, "esa tarde aciaga, ese martes 25 de enero", prevenida por las fotos que iba a publicar Lecturas, "su amor por Iñaki murió para siempre". Unas fotos que empujaban a una reacción, que llegó en forma de comunicado, y ahora, cuando el disgusto y el intenso cabreo han sustituido al amor a la versión de la infanta Cristina. Ha sido una humillación como esposa, pero sobre todo como mujer, y amplificada por su carácter de personaje público, que ha sobrepasado todas las líneas rojas. Y por eso, subraya tajante: "Yo no he fallado".