Todo estaba preparado para que la casa real británica celebrara uno de los eventos más esperados del año: el bautizo de August Philip, el primer hijo de la princesa Eugenia de York y su marido, Jack Brooksbank. Sin embargo, la pareja se vio obligada a cancelar la ceremonia este pasado fin de semana por el posible contagio de uno de los asistentes, cuya identidad no ha transcendido. Según ha publicado la revista Hello!, pocas horas antes de que tuviera lugar el acto, el invitado en cuestión recibió un mensaje de la aplicación que utilizan en Reino Unido para avisar de los contagio en el que se le pedía que se aislase de forma preventiva después de que hubiera estado en contacto estrecho con una positivo.
En un principio, Eugenia de York y Jack Brooksbank iban a celebrar el bautizo de su pequeño el pasado sábado 10 de julio en la capilla real de todos los santos de Windsor. Posteriormente, además, habían programado una comida íntima en la residencia privada del príncipe Andrés, conocida como Royal Lodge, a la que tan solo podían acudir un máximo de 30 personas debido a las restricciones por la crisis del coronavirus.
Aunque no se iba a celebrar un gran evento público debido a que Eugenia de York no ostenta ningún título real, la ceremonia iba a contar con algunos invitados vips como la propia reina Isabel II, el príncipe Andrés y Sara Ferguson (abuelos del pequeño) o la princesa Beatriz, que también está embarazada.
Una ceremonia y fiesta posterior que, sin embargo, tuvieron que ser cancelada en el último momento ante el miedo de que más asistentes pudieran haber contraído también la enfermedad. Por lo tanto, la pareja ha decidido posponerla hasta que la situación sanitaria, muy complicada en Reino Unido, mejore para poder celebrar así por todo lo alto este gran paso para el pequeño.