La primera visita del rey Juan Carlos en España está llegando a su fin, unos días muy agitados en los que ha disfrutado del mar, del tiempo entre amigos y de reencuentros familiares inesperados como el que protagonizó en la tarde de este sábado con su nieto Pablo Urdangarin. Aprovechando que el hijo de la infanta Cristina se encontraba en Pontevedra con su equipo de balonmano, el rey emérito no dudó en trasladarse hasta la ciudad gallega para disfrutar del encuentro y de paso saludar a su nieto.
Aunque llegó con el partido iniciado, don Juan Carlos pudo disfrutar del encuentro junto a su íntimo amigo Pedro Campos. Inmediatamente, Pablo se percató de la presencia de su abuelo en las gradas e intercambiaron gestos de complicidad y cariño en la distancia. Con el pitido final del encuentro, que se saldó con la derrota del equipo catalán, Pablo corrió al encuentro con don Juan Carlos y después de compartir una charla fugaz se fundieron en un cariñoso abrazo.
Haciendo gala de esa naturalidad que enamoró a media España cuando salieron a la luz las polémicas imágenes de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia publicadas en exclusiva por Lecturas, Pablo Urdangarin reaccionaba a las cámaras de 'Socialité' afirmando que era un "orgullo" tener a su abuelo en las gradas. "Me ha hecho mucha ilusión verle", concluía sin poder borrar la sonrisa de su rostro. Unas imágenes que seguro habrán hecho muy feliz a la infanta Cristina.
A pesar de que la distancia ha marcado su relación durante años, las imágenes no dejan lugar a dudas. Pablo mantiene una estrecha relación con su abuelo, un fuerte vínculo que ni siquiera la estancia de don Juan Carlos en Abu Dabi ha podido borrar. Habrá que esperar al lunes para saber si al almuerzo en el palacio de Zarzuela se suman más invitados además de Felipe VI y la reina Sofía.