La maleta de Máxima de Holanda (52 años) para su viaje de Estado a Bélgica ha estado cargada de gratas sorpresas. La última esta misma noche, cuando sorprendía con un despliegue de glamour sin igual en la segunda noche. Tal y como es habitual en toda visita institucional, los invitados agasajan a sus anfitriones con un acto a modo de agradecimiento por su hospitalidad, y así ha sido.
Máxima y Guillermo invitaban a Felipe y Matilde al concierto de la Orquesta de cuerda Amsterdam Sinfonietta que tenía lugar en la casa de cultura Flagey (Bruselas). Una velada formal que precisaba traje para ellos y vestido de gala para ellas.
Aunque sin rastro de tiaras, Máxima de Holanda y Matilde de Bélgica han desplegado toda su elegancia a través de imponentes vestidos del diseñador holandés Jan Taminiau, y grandes joyas. Un nuevo duelo de estilo entre ellas del que nos costaría sacar a una clara vencedora.
El vestido de inspiración griega de Máxima de Holanda y una gran joya
La argentina se decantó por uno de sus modelos favoritos, un diseño de inspiración griega con escote asimétrico y vaporosa capa de seda en color dorado al que ha incluido un cinturón joya para realzar más si cabe su silueta. Aunque podría ser nuevo, la realidad es que este vestido tiene más de 12 años de historia, Máxima lo estrenó en 2011 con motivo de su 40 cumpleaños y desde entonces lo ha lucido hasta en cuatro ocasiones.
La argentina cerraba su look con sandalias doradas con plataforma de Gianvito Rossi, cartera de mano a juego y un práctico abanico para sopesar el calor que ya azotaba en la capital belga.
Al margen del vestido, lo que ha captado nuestra atención es el impresionante collar que llevaba al cuello. Se trata de una de las gargantillas de diamantes de familia real holandesa, pero con un ligero cambio, y es que no es nuevo que a Máxima le encanta transformar todas las joyas. La mujer del rey Guillermo ha incluido un enorme citrino rodeado de diamantes más pequeños, una piedra preciosa de color amarillo que es de su propiedad y combinaba a las mil maravillas con el estilismo. Una pulsera plagada de la misma piedra y pendientes cerraban un look brillante.
Matilde de Bélgica rivaliza con Máxima y saca a relucir su mejor versión
A diferencia de su invitada, Matilde de Bélgica si optó por estrenar. En este caso un favorecedor vestido en color beige de manga corta y escote cuadrado con la falda bordada de flores en 3D y discreta cola. Aunque el protocolo no marcaba tiara, la monarca decidía usar una a modo de collar. Se trata de la popular tiara laurel, una pieza histórica realizada en platino y diamantes que realzaba al máximo su escote. Cerró su look de gala con unos pendientes de brillantes y pulsera a juego.
La complicidad entre las reinas ha vuelto a ser patente en esta última cita. Máxima y Matilde pasaron toda la mañana juntas durante su visita a Waterloo (donde también han coincidido en el diseñador). Allí compartieron risas y confidencias, las mismas que repetían unas horas más tarde durante el concierto. De hecho, la argentina no dudaba en saltarse el protocolo y saludaba a Matilde con dos besos como si de dos amigas se trataran, un gesto que la belga recibía con mucho cariño.
La visita de Estado de los reyes de Holanda en Bélgica termina este mismo jueves, después pondrán rumbo a Ámsterdam donde se reencontrarán con sus tres hijas. Ya en mente están las vacaciones, unos días de asueto que seguro los llevará hasta Argentina, y es que cabe recordar que Máxima suele aprovechar las vacaciones para visitar a toda su familia.