Si hace unos días parecía que había tocado fondo al terminar ingresado en un centro psiquiátrico tras un fuerte altercado con la policía, Ernesto de Hannover vuelve a ser protagonista de otro rocambolesco incidente.
Después de intentar atacar a dos agentes de policía que habían ido hasta su finca, respondiendo a una llamada de emergencia que había hecho él mismo, el aún esposo de la princesa Carolina de Mónaco se presentaba este lunes en la comisaría de Scharnstein, a pocos kilómetros de la casona de caza en la que reside en la actualidad.
Su llegada era de lo más sorprendente: armado de un bate de béisbol guardado en una bolsa, el Hannover tenía como objetivo golpear con él a los dos agentes que, días antes, le habían detenido y, según él, atacado y golpeado. Su plan era frustrado al conocer que los dos policías no estaban de servicio en ese momento, por lo que el padre de Alexandra de Hannover se limitó a insultar a los dos guardias que custodiaban la entrada, que aguantaron estoicamente el mal rato, constatando que no estaba en plenas facultades mentales.
El altercado fue grabado por las cámaras de seguridad y ya ha sido añadido al archivo de la investigación, aumentando así la lista de acusaciones contra él. Desde el altercado de hace unos días, Ernesto ha realizado varias llamadas para quejarse y mostrar su enfado por el arresto.
Los incidentes que ha protagonizado estos días coinciden -gracias a Dios- con una buena noticia para los Hannover: la llegada al mundo de Sofía y Nicolás, los mellizos de Alessandra de Osma y Christian de Hannover, tercer y cuarto nieto del príncipe alemán y que podrían ser el bálsamo para limar las asperezas entre padre e hijo. Todo se verá ya que el comportamiento de Ernesto en los últimos meses no está siendo precisamente de lo más ejemplar.