Los reyes Carlos III (75 años) y Camila (77 años) están en Australia con motivo de un viaje oficial. El monarca, como jefe de la Commonwealth, dijo sí a este viaje pese a que implicara interrumpir su tratamiento contra el cáncer. Según publicó el ‘Daily Mail’, los médicos dieron el visto bueno a que Carlos de Inglaterra pausara su tratamiento durante su periplo por Oceanía, que tiene una duración de once días. Una interrupción que, sumada al hecho de que esté lejos de casa, ha llevado al equipo médico del rey de Inglaterra a extremar las medidas sanitarias que rodean al monarca durante su viaje.
Además de acortar la duración del viaje, que en un primer momento estaba previsto para más de once días pero finalmente llegará a su fin próximo fin de semana, el rey Carlos III tuvo que aceptar unas condiciones médicas con las que ir con la mayor seguridad posible durante su periplo. Si ya de por sí los miembros de las realezas europeas están rodeados de exhaustivas medidas en cuanto a su salud se refiere, esta vez el rey Carlos ha visto cómo han incrementado.
Las dos medidas sanitarias que rodean al rey Carlos en Australia
Dos de las condiciones que Carlos III tuvo que aceptar para decir sí a su viaje a Australia, fueron el viajar con un médico a bordo y que en el avión con el que se mueve hubiera bolsas de sangre. Sobre estas cuestiones han profundizado desde la prensa británica y han explicado cómo es la organización para que todo eso siempre se cumpla.
En cuanto a los médicos, la prensa británica asegura que son dos los médicos que le acompañan en este viaje oficial. Dos sanitarios que están disponibles las 24 horas y que además de conocer bien al rey Carlos, se habrían preocupado de conocer bien las zonas por las que está viajando, dónde están los centros médicos más cercanos al monarca en cada uno de sus destinos… Una manera de tener controlado lo máximo posible los contratiempos de salud que puedan surgir.
Además, el equipo médico que se encuentra en Australia junto al rey Carlos III, cuenta con todo el equipamiento necesario para atenderle en caso de emergencia. Un equipamiento en el que no faltan un desfibrilador y medicamentos, de los que pueden echar mano tanto durante los trayectos en avión como en cada uno de los destinos que están visitando Carlos y Camilla.
En lo que se refiere a las bolsas de sangre, fue Dickie Arbiter, el que fuera secretario de Isabel II, el que explicó hace unos días a la revista a ‘Hello!’ la razón por la que el rey Carlos las lleva en su viaje. “Hay que asegurarse de cubrir cualquier eventualidad y el avión llevaría sangre en caso de que hubiera una transfusión de sangre. Nunca hay garantía de que vayas a recibir el tipo correcto de sangre en tu destino”, contó sobre este medida preventiva que toman desde Casa Real con viajes de este tipo y que ahora cobra más relevancia que nunca teniendo en cuenta el delicado estado de salud del monarca
Por el momento, el viaje del rey Carlos y la reina Camilla por Australia está yendo bien. Aunque fue el pasado viernes cuando aterrizaron allí, en una noche de tormenta que marcó su bajada del avión, no ha sido hasta este domingo cuando han realizado su primera aparición oficial. El monarca y la reina consorte han acudido a un acto en el que se han mostrado de lo más amigables con los curiosos que se han acercado a conocerles y en el que el rey Carlos se ha mostrado bien y sin ningún gesto que hiciera temer por su salud.
Preocupación por la seguridad del rey Carlos en Australia
Lo que sí está marcando su viaje en cuanto a incomodidad se refiere, son las informaciones sobre el hombre que hace unos meses dijo ser su hijo ilegítimo. Dorante-Day es el hombre que el pasado mes de mayo aseguró cuando los reyes Carlos y Camilla acudieran a Australia, intentaría reunirse con ellos. De ahí que el equipo de seguridad del monarca haya incrementado las medidas con las que protegerle de posibles apariciones sorpresas de este hombre.