Hasta hace unos meses, la familia real danesa era uno de los linajes más discretos y queridos del universo royal. Con más del 80% de aceptación entre los daneses, ni siquiera la polémica que protagonizó la reina Margarita (83 años) tras despojar a sus nietos de sus títulos de príncipes se cuestionó. Fue el escándalo de Federico (55 años) con Genoveva Casanova (47 años) lo que hizo tambalear los cimientos de la Casa Real el pasado mes noviembre.
A lo largo de estos meses, la familia real danesa, con Federico y Mary a la cabeza, han ganado un gran protagonismo dentro y fuera de Dinamarca. Esto nos ha llevado a indagar en el pasado hasta dar con detalles y situaciones del pasado que dejan al descubierto que el clan Glücksburg no es tan perfecto como nos han querido hacer creer.
Pilar Eyre ha analizado para Lecturas a todos los miembros de la Casa Real danesa para hacer público todo lo que no se ha contado sobre Federico, Mary, Joaquín, Marie y la propia Margarita. La escritora y experta en casas reales nos cuenta que cuando los nuevos reyes se casaron allá por 2004, Joaquín estaba divorciado de su primera mujer, Alejandra de Frederiksborg, lo que le llevó a protagonizar un acercamiento con su cuñada. "Es posible que sirviera de paño de lágrimas a Mary ante las veleidades de su casquivano marido y ante la falta de apoyo de sus suegros: la propia Margarita confiesa que no es ni familiar ni afectuosa y su marido aborrecía a su hijo mayor y envidiaba su estatus de heredero de la corona", asegura al tiempo que recuerda aquella portada en la que Joaquín intentaba besar a su cuñada en la boda: "¿Las explicaciones de palacio? Que el príncipe estaba borracho".
Aunque en Dinamarca siempre ha sido señalado como "el segundón", Eyre destaca que "es mucho más inteligente, culto y está mejor preparado que Federico", lo que les ha llevado a vivir enfrentados desde que eran unos niños.
El golpe final de Margarita de Dinamarca a su hijo Joaquín que ya hacía pensar en su abdicación
Joaquín se casó por segunda vez en 2007 con Marie Chevallier y los comentarios sobre el gran parecido de la francesa con Mary y las habituales comparaciones entre ellas ocasionaron una guerra familiar que dura hasta nuestros días. Cabe recordar que Marie fue la gran ausente el pasado 14 de enero a la Proclamación de Federico y Mary como reyes de Dinamarca, un gesto que refleja la poca o nula conexión que hay entre ellos.
En su blog de Lecturas, Eyre va a más al asegurar que "las dos parejas se llevan tan mal que la reina tuvo que tomar partido por su heredero". ¿Cómo lo hizo? "Despojó a los todos hijos de Joaquín del título de príncipes, les quitó su asignación oficial y envió a la familia primero a París y ahora a Washington", un distanciamiento que creó un cisma familiar muy importante hasta el punto que el matrimonio mostró su disgusto de manera pública. "Nunca es agradable ver a tus hijos siendo maltratados así", declaró.
"Por esta razón, Joaquín viajó solo a la coronación de su hermano, su mujer se negó a ir, y fue tan discreto que pasó casi desapercibido. A penas existe una imagen en la que se deja entrever en el interior del Castillo de Christianborg junto a sus sobrinos mientras Federico y Mary se dan un baño de masas en el balcón.
Con el cambio de reinado, Joaquín vuelve a dar un paso atrás en sus obligaciones institucionales que arrastran de manera inevitable a su mujer. Habrá que esperar para comprobar cuál será su papel ante el paso al frente de su hermano.