¡Llegó uno de los días más importantes en la carrera institucional de la princesa Leonor! El 31 de octubre está marcado en rojo en el calendario de los reyes Felipe VI (55 años) y Letizia (51 años) desde hace 18 años, pero esta vez, además, ha traído consigo la celebración de un acto solemne con motivo de la Jura de la Constitución, episodio que pone de manifiesto que la heredera ya está preparada para ocupar el trono en el caso de que sea necesario.
Hace solo unos días, Felipe expresaba públicamente el enorme orgullo que era tanto para él como para doña Letizia ver como su primogénita va dando pasos en su camino hacia el trono "con un gran sentido del deber, entrega e ilusión". Una emoción que ha vuelto a manifestar durante todos los actos institucionales de hoy al ver a su hija jurar en las Cortes Generales o pronunciar un discurso al recibir el Collar de la Orden de Carlos III. Unos gestos sentimentales por parte del monarca que contrastan con los de su esposa, tensa, alerta y seria durante toda la jornada.
La emoción de Felipe VI al ver a su hija, la princesa Leonor, seguir sus pasos
Visiblemente nerviosa, la princesa Leonor ha entrado al Congreso de los Diputados y se ha preparado para realizar su juramento a la Constitución, frente a los representantes públicos de ambas cámaras. Muy cerca, los reyes han seguido todos los movimientos de su hija. La mirada del rey Felipe VI no podía ocultar el orgullo que sentía por su primogénita al verla realizar uno de los actos más importantes de su trayectoria como futura reina.
Lo mismo sucedía en el otro gran momento de Leonor en el hemiciclo, al firmar el libro de honor del Congreso. Ha sido ahí donde la presidenta y presidente de ambas cámaras le han otorgado las Medallas del Congreso y del Senado. El rey ha sonreído, tímidamente, al ver a su hija con las condecoraciones e incluso ha tenido el gesto de retirarle la coleta para que no enturbiara su outfit. También ambos han compartido una mirada cómplice al acabar el acto.
Ya en el Palacio Real, era el rey quien entregaba el Collar de la Orden de Carlos III y le dedicaba un "muy bien" a su hija. Justo antes, durante el discurso del presidente en funciones Pedro Sánchez, Leonor miraba a su padre buscando alguna indicación. Y lo mismo sucedía durante el almuerzo, cuando ambos han intercambiado unos gestos cuando pensaba que nadie les veía. Eso sí, la emoción del rey se ha hecho palpable cuando ha terminado el discurso frente a las autoridades.
"Querida Leonor, no estarás sola en tu camino. En tu familia encontrarás el necesario apoyo más personal", ha pronunciado el rey, asegurando que los españoles reconocerán su entrega y dedicación. El marido de Letizia felicitaba a su hija por su jura y el recibimiento de las medallas y del histórico collar. "Y que no se me olvide, con todo cariño, te deseamos feliz cumpleaños. Queremos brindar por ella. Os invito a brindar por ella. Larga vida y acierto a la princesa de Asturias", ha dicho entonces, con la voz temblorosa por la emoción.
La tensión y seriedad de la reina Letizia durante la jura de la Constitución
Si el rey ha mostrado sin reparos su emoción, la reina Letizia ha hecho lo mismo pero con su seriedad y tensión. Una desconcertante actitud que ha llamado la atención por no ser habitual en la monarca. La madre de la princesa Leonor se ha mostrado tensa y pendiente de todo su entorno. Con un rictus serio, la reina observaba a su hija con atención minuciosa y no ha dejado de observar su entorno. Una actitud que ha arrastrado del Congreso al Palacio Real, donde durante el discurso de su hija, ha mirado con gesto serio a las autoridades que la escuchaban.
Otro gesto que ha repetido ha sido la corrección a sus hijas. En más de una ocasión ha adecentado a la princesa Leonor y ha corregido la postura de su hija pequeña, la infanta Sofía (16 años). Una energía que ha podido ser provocada por los nervios por el gran día que su primogénita tenía por delante.
La fiesta de cumpleaños de Leonor repleta de incómodos reencuentros (y algunas ausencias)
Los reyes han querido que la mayoría de edad de Leonor sea especial, y aunque han preferido alejarse de las ostentaciones propias de las casas reales en las que príncipes herederos son presentados en sociedad, don Felipe y doña Letizia han organizado una fiesta en el Palacio de El Pardo con toda la familia.
Recién llegado de Abu Dabi, don Juan Carlos no fallará a la cita, y tampoco lo harán la infanta Elena y la infanta Cristina, quienes estarán acompañadas por algunos de sus hijos. Pablo, Irene y Miguel Urdangarin se unirán a Froilán en una velada familiar a la que no estamos nada acostumbrados. Un reencuentro un tanto incómodo para muchos, pero que pone de manifiesto que todos están dispuestos a dejar sus tiranteces a un lado por Leonor. A todos ellos se unirán Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano con sus respectivas parejas, así como Telma Ortiz con su marido Robert Gavin y sus dos hijas.
Los grandes ausentes de la fiesta serán Victoria Federica, que el pasado viernes ponía rumbo a Perú junto a un grupo de amigos, y Juan Urdangarin, que se encuentra fuera de España haciendo frente a sus compromisos profesionales.