Marta Luisa de Noruega ha vuelto a sonreír gracias a Durek Verret. Desde que el el chamán llegara a su vida, y lejos de todas las polémicas que su entrada en la familia real de Noruega generó, la princesa ha conseguido estar ilusionada. No obstante, las alarmas suenan ahora en el palacio real de Oslo por los problemas de salud que arrastra Durek Verret y que incluso podrían poner en peligro su vida.
Según han publicado varios medios del país, Durek Verret arrastra serios problemas renales que se habrían complicado en las últimas semanas. Es más, durante los años 2004 y 2012 él tuvo que ser sometido a un proceso de diálisis que llegó a su fin cuando su hermana le donó uno de sus riñones, lo que no solo le salvó la vida, sino consiguió darle una buena calidad para cumplir sus sueños. Sin embargo, años después, las complicaciones han regresado.
Tal y como recogen los medios suecos, sus riñones han vuelto a fallar y, desde hace semanas, Verret ha tenido que recurrir de nuevo al tratamiento de diálisis, que le obliga a someterse a entre tres y cinco sesiones semanales en un hospital de Los Ángeles, la ciudad en la que reside.
Un duro momento en la que Marta Luisa de Noruega se ha volcado en su cuidado. Es más, la princesa y sus tres hijas, Maud, Leah y Emma, fruto de su matrimonio anterior con el fallecido Ari Behn, viajaron a principios del pasado mes de diciembre a Los Ángeles para estar a su lado en este duro bache de salud.
Un viaje que alargaron hasta Navidad y del que la propia Marta Luisa de Noruega compartió varias imágenes en sus redes sociales, en las que todos aparecían muy sonrientes. Unos días en los que, además de disfrutar, Marta Luisa y sus hijas se convirtieron en el mejor apoyo de Verret ante su enfermedad.