La dura ofensiva de Marius Borg Høiby y su madre, Mette-Marit, contra la víctima de su grave agresión

Marius Borg, hijo de Mette-Marit de Noruega, ha roto su silencio con un comunicado en que ha explicado las circunstancias de la agresión

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Mette Marit, Marius y Haakon
GTRES

Ha dado el paso. Marius Borg Høiby, hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega, ha emitido un comunicado a través de su abogado para relatar qué ocurrió en la fatídica noche del 1 de agosto. El joven fue detenido por la policía acusado de agredir verbal y físicamente a una mujer. Ahora hemos podido conocer algunos datos más sobre el dramático suceso. La mujer sería una expareja del propio Borg, alguien a quien ya conocería la Familia Real y a quién el hijo de Mette-Marit ha querido pedir perdón de forma pública.

El comportamiento de Borg, además de delictivo, ha supuesto todo un revuelo en la Casa Real noruega. Pese a que en un primer momento guardaban silencio, los hechos son de tanta trascendencia que han tenido que pronunciarse. Lo hacía el príncipe Haakon, luego la princesa Mette-Marit a través del equipo de comunicación de palacio y, finalmente, el propio acusado. Todo en busca de encontrar un perdón y minimizar las consecuencias que puede sufrir Borg. Este tipo de delitos está penado con la cárcel.

El comunicado de Marius Borg Høiby

“El pasado fin de semana ocurrió algo que nunca debió haber ocurrido. Cometí una agresión y destruí objetos en un piso puesto de alcohol y de coca después de una discusión”, asegura el hijo de la princesa Mette-Marit a través del canal 'NRK'. “El abuso del alcohol y mis diagnósticos no disculpan lo que ocurrió en el piso del barrio de Frogner la noche del sábado al domingo de hace dos fines de semana. Quiero hacerme responsable de lo que hice y explicarme de forma veraz a la policía”.

Borg confiesa que ha tenido problemas con el alcohol y la sustancias y confirma que va a ingresar en un centro de rehabilitación. Todo dentro de la estrategia del hijo de la princesa para tratar de buscar una rebaja en la previsible condena. “Tengo varios trastornos mentales, lo que significa que a lo largo de mi infancia y de mi vida adulta he tenido y sigo teniendo varios desafíos. He luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, algo por lo que he estado en tratamiento en el pasado. Ahora retomaré este tratamiento y lo tomaré muy en serio”, reza el comunicado.

Tal y como informan varios medios, Marius Borg ejerció presión sobre la víctima después de que fuese puesto en libertad. De hecho, esta ni siquiera solicitó medidas cautelares como una orden de alejamiento. Las lesiones que sufre, si bien no son de gravedad, sí hicieron que tuviese que ser atendida en el hospital de urgencia.

El perdón público de Marius Borg a su novia

“Para mí, lo más importante es pedirle perdón a mi novia. No merecía lo que pasó esa noche, ni la presión extrema de la prensa noruega y extranjera después. Ser perseguida por fotógrafos y periodistas en un momento como este, sé que ha sido difícil de soportar”. El arrepentimiento juega en favor del hijo de la princesa de cara a su próximo juicio. Si bien, es algo que buscaba la propia víctima. Así lo ha confesado su abogada, afirmando que ella quería este perdón público y que, por eso, no había hecho nada hasta ahora.

Este comunicado ha confirmado lo que muchos imaginaban. La víctima es la pareja de Marius Borg. Hasta ahora la identidad de la agredida no había trascendido a la prensa aunque se sospechaba que podría ser alguien del entorno del hijo de la princesa. No es la primera vez que Marius Borg genera conflictos a la Familia Real noruega pero nunca de la gravedad del presente. El hijo de la princesa se enfrenta a una condena que puede llegar hasta la privación de libertad.

La presión de la princesa Mette-Marit

La Casa Real confirmaba también que la princesa Mette-Marit se había reunido con la víctima para mantener una charla. En todo momento se dejaba claro que no era para tratar el caso ni para presionarle sobre su hijo, solo para charlar con ella pues la conocía con antelación. Este hecho, confirmado de forma oficial, ha generado un enorme revuelo. Resulta difícil de comprender que la madre del agresor se reúna con la víctima únicamente para transmitirle su apoyo. Claro que de otro mono resultaría una práctica ilegal.

No pocos han visto en esta decisión de la princesa un error mayúsculo por parte de la Casa Real. El caso es de suficiente gravedad como para que sea la ley quien actúe y no la monarquía. De hecho, el propio príncipe Haakon se refirió a la policía en las escuetas palabras que pronunció en París, evidenciando que se trata de un asunto que está fuera de sus manos. Marius Borg no forma parte de la Familia Real ni tiene obligaciones y deberes institucionales.

Con todo, parece que, poco a poco, se va aclarando el asunto. Borg pretende ingresar en tratamiento, la víctima ha encontrado el perdón que buscaba y la Familia Real trata de salvar los muebles. El escándalo, no obstante, no ha terminado. Por delante un largo proceso que puede terminar afectando de forma importante al futuro de los príncipes herederos.