La firma del divorcio entre la infanta Cristina (58 años) e Iñaki Urdangarin (55 años) es inminente, una vez los acuerdos económicos ya son una realidad. La firma, sin embargo, no llega y es que parece que ahora Cristina no tiene ninguna prisa por divorciarse, de hecho, ni siquiera ha tenido el gesto de quitarse la alianza de casada, a pesar del disgusto que se llevó cuando en la revista Lecturas se publicaron las fotos del que aún es su marido junto a Ainhoa Armentia (45 años).
El enorme enfado de Cristina
Cristina reaccionó entonces con un gran enfado e hizo saber a la revista Lecturas que no pensaba perdonarlo y que se iba a divorciar, tal y como ha explicado muy bien nuestra colaboradora Pilar Eyre. "La infanta se enfadó mucho y nos hizo llegar su opinión; ella quiso que supiéramos que no iba a perdonar a su marido, que ella se enteró de lo que había ocurrido cuando salieron las fotografías, que había decidido divorciarse, y que si no lo dijeron en el comunicado era porque Iñaki estaba pendiente de su tercer grado, había puesto como domicilio Suiza, y eso le perjudicaría para que se lo concedieran", comentó Pilar. Según nuestra colaboradora, la infanta se resiste a quitarse el anillo para así decirle al mundo que no ha sido ella la que ha fallado en el matrimonio.
Ese interés por divorciarse se ha visto frenado por un pequeño detalle. Según ha explicado la periodista Paloma García Pelayo en 'Y ahora, Sonsoles', "la firma no es inminente pero sí está más cerca que nunca", ha dicho. García Pelayo ha asegurado que Cristina está retrasando la firma por "una cuestión emocional" y que si no firma es porque hay cierta particularidad en la que, por lo que parece, no han llegado a un acuerdo. Ese detalle no sería otro que el papel de Ainhoa Armentia con respecto a los cuatro hijos de Cristina e Iñaki. Como es lógico, la infanta no va a impedir que sus hijos traten a su padre con toda normalidad, pero otra cosa es que lo hagan con la nueva pareja de su padre. Pese a que tanto Juan, Pablo, Miguel e Irene son ya mayores de edad y pueden tomar sus propias decisiones, no es menos cierto que la ruptura matrimonial los desestabilizó a todos, sobre todo a Irene, la pequeña y la que aún sigue viviendo con su madre en Ginebra.
Una relación cordial, pero no tanto
Recientemente, hemos podido ver a Cristina e Iñaki manteniendo una buena relación durante el partido de balonmano que su hijo Pablo disputó con su nuevo equipo, el Frainkin Granollers. Con anterioridad los vimos juntos en la graduación de Irene en Ginebra, donde su trato fue cordial, aunque distante. Eso sí, en ningún momento hemos visto a Ainhoa Armentia con los hijos de Iñaki, aunque sí ha trascendido que, al menos con Pablo, sí han coincidido alguna vez.
En cuanto a los acuerdos económicos del divorcio, Paloma García Pelayo confirma que será Cristina quien mantenga a su ex. "Tendrá una cantidad suficiente para que pueda llevar una vida desahogada y estar bien, porque sigue sin ocupación e ingresos", aunque desmiente la información dada por Juan Luis Galiacho sobre la pensión de 25.000 euros al mes que recibirá Urdangarin una vez divorciados. Según García Pelayo, la cantidad mensual será muy inferior.