En cada visita de Estado que se precie por parte de algún miembro de una familia real, uno de los actos más esperados es la tradicional cena de gala que se celebra como homenaje a los visitantes y en las que se sacan a relucir sus mejores joyas y estilismo de alta costura.
En medio de la estancia de Máxima y Guillermo de Holanda en Bélgica, los monarcas han sido agasajados con una cena en el palacio de Laeken, una estampa para la historia que no ha pasado desapercibido para nadie por el despliegue estilístico que han hecho las dos reinas.
Tal y como marcaba el protocolo, los monarcas han lucido esmoquin mientras que sus respectivas esposas han brillado (literalmente) con vestido largo y tiara. De rosa y azul, como si de las princesas Elsa y Ana de 'Frozen' se tratara, han acaparado todo el protagonismo de la velada.
Matilde, Guillermo, Felipe y Máxima en la cena de gala en Bruselas
Máxima de Holanda, impresionante con un vestido de alfombra roja cargado de tul
La Reina de Holanda cuida hasta el más mínimo detalle de sus looks y si esta misma mañana nos sorprendía con pamela y perlas, para la noche tenía reservado uno de sus mejores looks de gala hasta la fecha. Máxima ha recurrido al diseñador Jan Taminiau, el mismo que la vistió el día de su coronación.
La argentina estaba impresionante con un diseño de inspiración romántica con cuerpo entallado en tela brocada, favorecedor escote en V que dejaba los hombros al descubierto y una preciosa falda de tul que hacía las veces de flores y terminaba en cola.
Con respecto a las joyas, Máxima se ha coronado con una de sus piezas favoritas: la tiara Stuart. Una obra de gran valor cargada de impresionantes diamantes redondos que transforma a su gusto. A juego llevaba una imponente gargantilla que fue creada al mismo tiempo que la mencionada corona. La argentina cerraba su look con pulseras de brillantes y pendientes compuestos por tres enormes diamantes.
Encaje y capa: Matilde de Bélgica sorprende con su estilismo de gala
Matilde es una de las royals más discretas del momento. Sus estilismos suelen pasar desapercibidos, de ahí que haya sorprendido gratamente la elección para esta noche de gala. La consorte estaba sensacional con un diseño de encaje en color azul celeste. Una creación de alta costura con escote palabra de honor, capa transparente y delicada pedrería en la zona del escote.
Si Máxima ha desempolvado las mejores joyas de la casa real holandesa, Matilde no se iba a quedar atrás. En su caso, ha destacado la tiara de las Nueve Provincias. Una pieza muy original de la que sobresalen un total de nueve brillantes adornos triangulares que representan a las provincias de Bélgica.
Esta no ha sido la única diadema que Matilde lució esta noche... A modo de gargantilla, la mujer del rey Felipe ha llevado el la pieza Wolfers que está formada por dos hileras de brillantes que culminan en cinco grupos de diamantes de una talla mayor. No faltaron unos pendientes también plagados de diamantes que ponían la guinda definitiva al estilismo.
Máxima y Matilde, muy cómplices y cariñosas
No es ningún secreto que Máxima y Matilde mantienen una buenísima relación, un cariño que han dejado entrever durante su último encuentro. Muy animada, la argentina no dudaba en charlar animadamente con la belga mientras esperaban la llegada del resto de invitados a la cena, una estampa muy divertida de ambas que no tardaba en hacerse viral.
La visita de Máxima y Guillermo en Bélgica se extenderá hasta el próximo jueves lo que nos permitirá seguir disfrutando de la maleta que la reina de los Orange ha traído cargada de nuevos estilismos.