El pasado febrero la casa real británica sufría otro duro varapalo con la muerte de Thomas Kingston a los 45 años. El yerno de los duques de Kent, marido de Lady Gabriella Windsor, fue encontrado muerto en una vivienda en Gloucestershire, al oeste de Inglaterra, con "una herida traumática en la cabeza" ocasionada por una pistola hallada junto a su cuerpo, tal y como contó la investigación forense que descartó que una tercera persona estuviera involucrada y que apuntó que había sido un suicidio.
"Tom era un hombre excepcional que iluminó las vidas de todos los que lo conocieron. Su muerte ha sido un gran 'shock' para toda la familia y les pedimos que respeten nuestra privacidad mientras lamentamos su fallecimiento", escribió en un comunicado la familia del difunto tras su fallecimiento. Ahora, dos meses después de la terrible noticia la viuda de Thomas, prima de Carlos III, ha tomado una firme decisión para intentar pasar página del trágico suceso.
La pareja había vivido en una lujosa y preciosa vivienda en Notting Hill, sin embargo, Lady Gabriella Windsor ahora ha querido dejar todos esos recuerdos atrás para mudarse de nuevo con sus padres, los duques de Kent, que viven actualmente en un apartamento del Palacio de Kensington. Lo cierto es que parece que cualquier cosa relacionada con el fallecido provoca una gran tristeza a la prima del rey de Reino Unido. De hecho, 'The Mirror' explica que continúa "afligida" y según sus informes "no quería estar sola en la casa que compartían". Desde entonces, amigos y familiares se han unido en torno ella para intentar ayudarla a superar este terrible bache.
Regresando al Palacio de Kensington con sus padres, ha afirmado Richard Eden en 'The Daily Mail' que un amigo cercano le ha contado que los padres de Gabriella "querían que su hija estuviera con ellos y ella estaba de acuerdo porque todo le recordaba a Tom. Todos nos estamos uniendo y ella estará bien". La pareja se dio el 'sí, quiero' en 2019 en una ceremonia en la Capilla de San Jorge en Windsor a la que asistió Isabel II. Una boda que fue el broche de oro para una bonita historia de amor que ha terminado en tragedia.
La terrible muerte de Thomas Kingston
El tribunal forense de Gloucestershire escuchó el mes pasado cómo Kingston, de 45 años, había sido encontrado por sus padres después de un disparo que él mismo se habría dado en su casa en los Cotswolds, la comarca más otoñal de Reino Unido. Su muerte no se considera sospechosa aunque ha sorprendido a todos, ya que la pareja había sido vista en un evento días antes de la muerte. "Parecían felices y positivos como siempre. Ella era particularmente habladora", contó una fuente al citado medio. Otro amigo cercano que asistió a la boda de la pareja añadió: "Es absolutamente impactante. Ninguno de nosotros lo vio venir. No puedo entenderlo"
Tal y como se cuenta en los informes de lo ocurro, el señor Kingston estaba visitando la casa de sus padres (valorada en más de 3 millones de libras) en este área de 40 x 145 kilómetros al noroeste de Londres que abarca cinco condados el pasado 25 de febrero de 2024, "mismo día que comió con sus padres. Fue entonces cuando su padre salió a pasear a los perros y a su regreso, Thomas no respondía. Después de aproximadamente 30 minutos su madre fue a buscarlo".
"Su padre forzó la entrada a un edificio anexo cerrado con llave porque no conseguían contactar con su hijo. Thomas fue encontrado dentro con una herida catastrófica en la cabeza. Había un arma de fuego allí. Se llamó a los servicios de emergencia. La policía está convencida de que no hubo implicadas terceras personas", contó la forense Katy Skerret. Tras la noticia de su muerte, Palacio de Buckingham no dudó en enviar un comunicado: "El Rey y la Reina han sido informados de la muerte de Thomas y se unen al príncipe y la princesa Michael de Kent y a todos aquellos que lo conocieron en el duelo por un miembro muy querido de la familia. En particular, Sus Majestades envían sus más sentidos pensamientos y oraciones a Gabriella y a toda la familia Kingston".
Se informó que el príncipe Guillermo (41 años) quedó "conmocionado y devastado" por la noticia. Fuentes reales aseguran que Kingston era muy querido en los círculos reales y que conocía a muchos de los miembros más jóvenes de la realeza desde hacía años.