Miedo, desesperación, enfado, indignación, rabia... Los habitantes de los pueblos afectados por la DANA en Valencia no pueden más. Están cansados y se sientes desamparados porque todavía no tienen agua corriente ni luz. Miles de personas han acudido a echarles una mano desde toda España pero miles de familias lo han perdido todo y después de varios días la situación ha avanzado muy poco.
Acompañados por el presidente de la Comunidad Valenciana y el Presidente del Gobierno, Felipe VI (56 años) y Letizia (52 años) han acudido a Paiporta para ver a los vecinos y hacerles sentir su apoyo. Pero la situación provocada por la catástrofe se ha vivido con máxima tensión y muchos ciudadanos han recibido a la comitiva oficial con violencia. Entre gritos de "asesinos" y "fuera", muchos han lanzado barro y los Reyes han tenido que protegerse, motivo por el que se pensaba que iban a suspender el encuentro.
A pesar de que la desesperación reinaba en estos momentos de tensión, Felipe ha aguantado entre la multitud para escuchar a todos los que se acercaban. La imagen de Letizia, también intentando poner atención a todas las historias que le contaban, con el rostro lleno de barro y totalmente derrumbada dice todo sobre la catástrofe que se está viviendo. Ambos han intentado estar ahí hasta último instante para mostrar su apoyo. El Rey ha abrazado a varios de los afectados y su mujer se ha quedado casi sin palabras que pudieran consolarles.
Los dos han intentado calmar los ánimos acudiendo a una de las calles más afectadas mientras se escuchaba a la ciudadanía muy enfadada sobre todo contra Pedro Sánchez y Carlos Mazón. En un primer momento, se había anunciado que continuarían con la visita a Chiva en la próxima hora; sin embargo, finalmente, ha quedado suspendida, tal y como ha avanzado Matías Prats.
Pese a la recomendación de los guardaespaldas, Felipe y Letizia no han querido irse hasta el último momento mientras el presidente del Gobierno y el de la Generalitat sí abandonaban la zona. “La Reina no quería abandonar a pesar de los consejos de no seguir avanzado. Quiso enfrentarse a ese ambiente. Ha sido muy valiente…”, mencionaba Prats. Sin duda una situación que ha provocado la indignación de todos los presentes, muy enfadados porque según ellos no se ha hecho todo lo que estaba la mano del Estado por ayudarles.
El rostro desencajado de Letizia
No ha sido la tensión, ni los nervios ni la desesperación del momento lo que ha afectado tanto a Letizia. La Reina está acostumbrada a este tipo de situaciones después de haber cubierto cientos de reportajes alrededor del mundo como cuando fue enviada a Washington para informar sobre los efectos de los atentados del 11S para TVE. La madre de Leonor no ha podido aguantar las lágrimas por la dureza de las historias de los vecinos de Valencia.
Se ha parado con varias vecinas para oír lo que están viviendo mientras uno de sus escoltas sufría una herida visible en la frente que chorreaba sangre. El dispositivo de seguridad intentaba en todo momento establecer un cordón de seguridad en torno a ella y su marido, pero los dos han querido saltárselo para estar al lado de aquellos que lo han perdido todo.
Con el rostro visiblemente desencajado, Letizia se ha llevado las manos a la cabeza y ha abrazado a todos los que se han acercado a ella. No podía creer la dureza de lo que allí están viviendo. Eso sí, muchos vecinos han querido aclarar que los gritos de 'fuera de aquí' no eran para ella ni el Rey sino para Sánchez y Mazón. La madre de Leonor y Sofía ha hecho oídos sordos a su equipo en varias ocasiones. Y es que sus guardaespaldas la guiaban en todo momento hasta el coche real para evacuarla de la zona. Sin embargo, la monarca se ha negado a subirse dentro del vehículo y ha continuado escuchando y abrazando a las víctimas de la DANA. Finalmente y después de varios largos minutos tanto la Reina como Felipe han abandonado el municipio.